miércoles, mayo 11, 2016

Suerte para dos



Ella regresó de visita de Paris, a Buenos Aires, a visitar a familia, amigos y conocidos. Mucha gente está involucrada en esta mujer que no tiene ninguna complejidad de hacer amigos, en cualquier lugar del mundo.  Una mujer de mundo que trata de no guardarse nada porque es pura extroversión.  Brillante intelectualmente, activa, intensa, poliglota (habla fluído varios idiomas: español, inglés, francés, italiano, latin y alemán), es argumental, es pragmática,  es ordenada, es beligerante, es muy inteligente y suele lograr sus cometidos y sus sueños.

Él que intenta hacer lo que puede, tiene limitaciones linguisticas, es voluntarioso, pero colgado, y derrapa en ciertas etapas vivenciales.  Se pone alerta cuando intercepta a personas que rompen el molde,  y le agarra pánico ante indignaciones constante.  El es un hombre local, con poco mundo, pero una curiosidad algo extraño, intentando romper esquemas, pero a la vez gozando y sufriendo cierta zonas de confort.  Hace, relativamente poco, que usa los smartphones, porque, realmente, no le interesa las comunicaciones constantes por internet en el celular.

Se conocieron,  por una aplicación del celular del típico: "Me gusta, no me gusta". Y donde, ambos, tuvieron citas previas con otras personas, a los que no trascendierons.  
Chatearon, se pasaron los whatsapps y se encontraron en un desayuno, un domingo a la mañana.  Ella propuso eso, luego de varios intentos en que él quiso encontrarse con ella, pero él, resignado, fue al encuentro, sin apostar nada del mismo.  Esa mañana de fin de año, resultó insoportablemente calurosa.  Desayunaron un licuado, y se sentaron a hablar.

Ella hablaba mucho más que él, con mucha seguridad y asertividad, él trataba de captar alguna mirada cómplice, pero sentía que no llegaba, ella hablaba, de manera fluída y coherente de todos los temas, pero sin petulancia ni regodeos.  Él intentaba adaptarse y proponer, aunque él no soportaba las citas, y sentía miedo de los silencios, entonces incurría a las anécdotas de los últimos años.
La cita tuvo una duración de 2 y media, y en una esquina se despidieron con un beso, pero continuaron hablando, hasta que él, la abrazo súbitamente y la beso, ella accedió. A él le gustaron sus besos y a ella también, repitieron y se sumergieron en él.  Todo pareció arrebatado.  Él tenía dudas, ella certezas porque se volvía a Paris, y le daba lo mismo volver a verlo a que no hacerlo.

Tres días después ella le propuso ir a la casa de él, directamente, como algo común, porque ella suele invitar gente (amigos, amantes, y lo que sea) en su casa, aunque ella tuvo dudas de ir, fue. Intimaron, y ella no pudo dormir por las sábanas de él y la noche calurosa.  Él continuaba con dudas, porque ella le gustaba mucho; ella no mostraba tanta entrega, fue más cautelosa.

Pero un sábado a la noche, tomaron un aperitivo, fueron al cine, tomaron una cerveza, durmieron y desayunaron.  Se vieron un par de veces más con alegres encuentros.

Ella tuvo que regresar a Paris, él se mostró agradecido por lo vivido y por conocer una persona que admiraba, que fue una suerte el encuentro y que ya está.
Pero se volvieron a comunicar por internet, primero por whastapp y luego por skype, y la comunicación comenzó a ser cotidiana y, prácticamente diaria.  Tenían mucho para comentarse, al principio y luego proyectarse, para que él vaya a su lugar de residencia.  Y si, raramente, él acepto, o mejor consensuaron que él viajaría a Europa por primera vez, estimulado por las charlas y las fantasías, y por que no, las idealizaciones que construían, a pesar que, de vez en cuando, aparecían las miserias de ambos y se peleaban, también por internet.

El llegó a Paris y todo se solventó y solidificó. Recorridos en bici, viajes a diversos lugares turísticos de Francia, Roma, cenas, y aunque a él, le hayan roto los esquemas, el volvió al amor (a pesar de su ocaso). Y ella encontró a alguien que la quiera como ella deseaba.    Una suerte para dos.

Los dos tienen personalidades difíciles, ella: ordenada y activa, él: improvisado y pasivo. Sin embargo, lograron llevarse muy bien, ambos fueron intensos, a pesar que ciertas bregas podían romper todo.  Pero la unión, lo mejor de esta casualidad, prevaleció y tuvieron suerte por eso.

Trascribo la letra de una canción coherente, que describe cuando dos personas se conectan.

Suerte para dos – Smitten

Suerte hoy, tuvimos suerte hoy 
el mundo estalla y nosotros nos sentimos dos 
tuvimos suerte hoy, se que fue suerte hoy 
la noche cae tan vacía y aquí estoy con vos 

Y me ponés así y me siento mejor 
y entiendo que esta vez nos encontró 

Tiempo hoy, me sobra tiempo hoy 
camino solo por las calles, pero junto a vos 
caigo en tus luces hoy, muero en tus luces hoy 
y encuentro todo mas cercano 
en esta suerte para dos 

Y me ponés así y me siento mejor 
y entiendo que esta vez nos encontró 

Para que culparlo al destino 
si solo somos parte de algún sueño 
y para que mentir que sos mi otra mitad 
si para mi fue suerte hoy, se que fue suerte hoy 
y espero que nos pueda funcionar 

Y me ponés así y me siento mejor 
y entiendo que esta vez nos encontró 

Para que culparlo al destino 
si solo somos parte de algún juego 
y para que mentir que soy tu otra mitad 
si para mi fue suerte hoy, se que fue suerte hoy 
y espero que nos pueda funcionar.
Se que fue suerte hoy

y espero que nos vuelva a funcionar.

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