Cuando el análisis final del 2015, supongo que expondré el año que excedió mis capacidades sociales, mentales, cultas y fisicas. No estuve a la altura de ninguna y requiere de un gran esfuerzo.
Hace tiempo recuerdo que elegía la vida epicurea. La presente etapa me demuestra que el todo ha sido muy estoico. Vivo cometiendo errores, y el reparar cada uno de ellos me está costando demasiado. Que me hayan amenazado, sentirme inútil en la primer parte del año, estar desfondado de dinero, estar lesionado, enfermarme varias veces de gripe (o sus variantes), problemas de estomago, ansiedad, pánico. Pero aparejado por conseguir trabajo donde estuve siempre, pero en un proyecto en inglés, sufriendo verguenza por mi falta. Aunque he ganado la partido, y hasta he viajado al exterior...Donde he derrapado de nuevo con los extranjeros, poniendome en pedo, dia por medio, para evitar el inglés y las relaciones sociales políticas.
En fin, y además la locura y la ridiculez que expreso, manifiesto y expongo en cada diálogo, la falta de politica.
A comienzo de año, pensé que las cosas se iban a dar de cierta manera, pero no se dieron, y la reacción, mi reacción ha estimulado a que, en situaciones limites, actúe como un perfecto pelotudo.
En realidad, con gente alrededor, tengo reacciones pelotudas, supongo por crisis de ansiedad.
Sin embargo, hubo sucesos disfrutables, a costa del esfuerzo no acostumbrado de mi parte.
Sé que, no hice las cosas bien en general, y me dediqué, o me dediqué, con mucho afán, a tapar errores, pero los problemas aparecen y me siento envuelto en una novela de Estevanez.
Ahora a enfrentar otra sorpresa, inesperada sorpresa, que, el tiempo dirá como se va ir desenvolviendo. Hay dos reacciones que no puedo tener, la evitación y la pasividad. La vida es una, donde las contrariedades, problemas y sorpresas pueden aparecer, sin que hagas llamados.
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