miércoles, diciembre 15, 2010

Mar del Plata 2010: Crónica de una media maratón cantada.


Mar del Plata, nuevamente el lugar que elijo para trotar cada final de año. ¿Por que? No lo sé, supongo que cualquier argumentación sería absurda, si digo que me gusta y ya, queda librada al azar mi justificación.


Arrancamos temprano, desayuné una banana, dos turrones y jugo de pomelo artificial. Luego de tantos nervios sufridos la noche anterior, por mi constantes idas al baño, me alteraba volver a correr casi dos horas seguidas, ya que si me pongo a pensar, es mucho tiempo, mi temor era no pasarlo bien o no disfrutar de la vista, de las canciones y de mi locura que construye todo esto.
Mi preparación solo fue salir de mi casa a trotar, y a cantar por 15,18, hasta 23 kilómetros, con cambios de ritmos impuestos por la música, sin ningún plan impuesto por mi ni por nadie.

Entramos en calor con Kona, unos 5 minutos, lo más apreciable es que el Hotel donde me hospedé, estaba solo a 2 cuadras de la largada y no tenía que irme hasta el puerto como en otros años.
A las ocho y segundos, dieron el tiro de largada, y arrancamos.


Yendo por la calle 9 de julio, mis primeras sensaciones no fueron buenas: calor, ganas de mear y un tanto pesado, tal es así, que la canción del mundial: “Waving flags” por David Bisbal y no se quien es el otro que canta en inglés; pasó sin pena ni gloria, pero a partir de allí, ya comencé a balbucear: “Bien Levantado, bien levantado” de Perro Bocha y no paré más. En ese momento pasamos por el Hermitage y nos dirigimos hasta Playa Grande.


En el cuarto tema levanté a unos adolescentes que estaban sentados tranquilos en la costanera, seguramente cansados del trajín de la noche y los arengué con “La Bomba loca” de Gustavo Cordera, aplaudieron y fue el punto de partida para las sonrisas conmigo mismo y con otros corredores; y doblamos, por fin, por Playa Grande, esos kilómetros me parecieron un tanto forzados ya que sentí mucho las cuestas.
Al dirigirme hacia el norte, cantando “Los Divinos”: “y nadie y nadie me da bola”, ja

En el kilómetro 9 me topé con un español que me dijo: “Ah! Tú si que disfrutas, sabes como manejarla”, “La música me lleva, lento, un poco más rápido, pero me entusiasma, y los gritos me dan fuerza”, le contesté, a lo que agregué: “¿Por qué kilómetro vamos?”. Y me preguntaba, a mi mismo, que mierda es lo que estoy buscando, interpretando la canción de “Un final feliz” de Bulldog.

Pasamos el kilómetro 10 y algunos ya llegaban a terminar una de las pruebas, a mi me quedaban 5,55 km de ida y 5,55 km de vuelta. Después de esto, grité grosera y vehementemente: “Viva México, cabrones” con la canción: “Gimme tha power” de Molotov.

En el kilómetro 12 se me junta un corredor no vidente, acompañando a una mujer y me pregunta: “¿Que no cantas más?”, “Lo que pasa es un tema lento”, le digo, estaba escuchando “Hay momentos” de Guasones, hasta que largo: “Llamado de emergencia” de Daddy Yanquee, y repetía una y otra vez: “Ven aquí rápido”, lo cual bailaba en forma cómplice, con los del otro lado, que se dirigían a la meta.

Pegué la vuelta con Cadena Perpetua, y lo veo al Bohemio que estaba a punto de darla también, y le digo: “Me vas a alcanzar”. Los temas de Cadena me levantaron y luego lo bajé con uno de La Mancha de Rolando.
Aquí un corredor que estaba entrenando me reconoce y me miró como diciendo “¿que hace este?”…Le digo: “No cambio más”.


Tuve una impronta graciosa con el corredor no vidente, cuando canté un tema de Carlos Baute: “Cuidado, cuidado”, y el atleta me dice: “Cuidado con la bombachita, un maestro Ricky Maravilla”.


“El Hijo de Hernandez” del Cuarteto de Nos, me hizo gritar como un loco, cada vez que mencioné el nombre del tema y asi llegué a la meta con “Ojos de Perro” de Attaque 77: “porque yo soy una especie diferente a vos…”.


No sé, si soy de una especie diferente, pero es bastante ridícula mi forma de cómo tomo esto “de trotar” carreras de calle, o en si mismo el entrenamiento. Muy difícil de justificar, lo único es que puedo tener cierta certidumbre es que me saca o me posterga las malas sensaciones.

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