viernes, abril 24, 2009

Entre prejuicios y experiencias de seducción entre hombres y mujeres





Voy a permitirme la licencia de entrar en generalidades de ambos géneros. No pretendo escribir verdades, solo experiencias propias y ajenas, teorías puestas en práctica o no, del entorno en que vivo.
Ambiento el tema en la seducción entre ambos géneros, sus facilidades y dificultades, sus primeros pasos, sus objetivos, su sentimiento de amor y de pertenencia, entre otras cosas en forma de resumen.

Comencemos, en parte, con el hombre, es decir, el cazador voraz, el depredador, al ver a una mujer que le gusta de alguna manera, su primer deseo instintivo es verla desnuda y tener acceso a su cuerpo, en definitiva una forma de conquista. Al tratar con la mujer que le gusta, si bien sigue aprehendido de sus anhelos, se van mezclando con otras cosas que son las limitaciones que suele imponer la mujer; ya que esta, generalmente, necesita tiempo para conocerlo, para saber a que se dedica, que actitudes tiene, su forma de hablar, entre otras cosas en que requiere un esfuerzo del hombre para que este resulte atractivo y puede encerrar el gusto de la dama.

La mujer suele imponer es
te tipo de límites, ya que si fuera por los hombres, actuaríamos por los instintos y se cumplirían esos deseos en forma más constante y como una práctica deportiva. Mi primer pregunta surge con ¿ Esto es lo que nos diferencia de los animales en esta materia, es decir por las reglas de las mujeres ?.
Cada hombre ve a una mujer como un territorio a conquistar, pero aquí solo determina por el poder que tiene paraseducir, porque el tipo que se acostumbra a perder, va a empezar a resignar estos deseos primarios, haciendo uso de su resignación, sumisión y/o dolor.
El hombre que es casi “todopoderoso” para las conquistas, hará uso de esta especie de Don y empleará esta energía obtener sus deseos sexuales a su conquista, sin importar el después. Pero, hay peros, la mujer tiene un arma, que es la sorpresa y es entonces que desconcierta a ciertos hombres y, a veces, los deja a su merced, donde lo acepta o rechaza a su antojo.

La mujer, si le interesa el hombre, querrá poseerlo y aferrarse. Ella, al fin y al cabo, es la que podría a llegar una persona en su vientre y bajo su responsabilidad, el hombre solo coloca la semilla y se va, es por eso que la mujer suele hacer más planes que los hombres, en cuanto a pareja se trata, y ,en consecuencia, suelen ser más detallistas.

La historia de hombres y mujeres, tiene mucho que ver con el capitalismo. Muchas mujeres que ven buenos partidos a ciertos hombres, invierten muchisimo en esa acción, y lo que hace el hombre es poder acumular capital (es decir mujeres en su haber). Obviamente que me baso en un contexto ideal que en definitiva la mujer quiere al lado a un hombre que se le acerque al ideal y el hombre quiere al lado a una mujer que la atienda, pero a veces no quiere desatender su feroz seducción.
Igualmente es según la energía invertida en que, pero culturalmente pareciera ser así.
Ahora el conquistador es deseado por muchas mujeres, estas mujeres son capaces de compartir al Don Juan, pero no dejan de todo abierta la puerta hacia otros.
El hombre quiere pasarlo bien y sentirse cómodo en la cama, pero a veces se complica, simplemente por las pretensiones y exigencias de la mujer. La mujer se complica por sus listas de requisitos, como por ejemplo caballerosidad, contención, buena posición, intelecto, cultura, bondad, etc, etc.
El hombre suele tener duelos violentos, la mujer acostumbra condenar a la generalidad de los hombres por su ruptura, pero igualmente ambos quieren volver, hasta que se acostumbra, aunque supongo que el hombre acepta más rapidamente las segundas partes que las mujeres.

El hombre solo le es difícil, si no es conquistador, salir de ese estado, de tener que volver a charlar con una mujer, de tener que "perder" con otra.

Una mujer sola puede, sin embargo, caer en manos de un conquistador, y engañarse un tiempo. Hoy día si una mujer se anota en cualquier red social en internet, obtendrá, casi sin esfuerzo, tendrá varios candidatos. El hombre tiene que hilvanar mucho hilo para tener la atención de la fémina.

Una mujer suele tener más oferta que el hombre, ya que él quiere acaparar más relaciones que ella. El hombre disfruta de su conquista como deporte, la mujer de sus desprecios también como práctica.

Las conquistas hoy día se hacen un tanto más androginas, pero la batalla de los sexos se siguen manifestando, ya que los objetivos, por lo menos al comienzo, son otros.

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