Aquel viernes 12 marzo, fué la primera vez que abrí la puerta del departamento que aún hoy alguilo en Caballito, el sábado 13 de marzo fue el primer día que me liberé de un padre que vivía arrepentido de haber puesto el polvo para tener dos hijos como nosotros, según él en esos tiempos, uno peor que otro, si tengo que emitir opinión tan equivocado no estaba, ya que cada cual no cumplió los mandatos de la sociedad, aunque te da un toque de libertad para ser distinto y pluralista. Hoy día, mi hermano es el que lo sigue viendo, pero eso no quiere decir que sea "el bueno", me liberé de alguien que no me alentó y que me sentí perjudicado.
Hoy por primera vez cumplí un sueño que se fue gestando durante años, vivir solo...Pensar que hay gente que jamás vivió sola, por el hecho de que luego de desprenderse de su familia progenitora, se casó o vivió en concubinato con otra/s persona/s y nunca tuvo tal "privilegio", al menos para mi.
Hoy, diez años después, sigo en este departamento, aprendí de mis caprichos, pero terminé mal educado, ya que he juntado demasiados vicios y me anti-domestiqué.
Supongo que vivir solo es más fácil que convivir, porque no me arrepiento de no haber convivido, y gozar de cierta libertad, pero son posturas que seguramente no coincidiré con la mayoría de las personas que se lo cuente.
Tuve convivencias efimeras, pero no definitivas y no se sentaban bases, como alguien que se quedara a dormir o en las vacaciones.
Llegar al departamento y no sentir a nadie que me recrimine algo es un privilegio y alivio.
...
Hoy diez años después, celebro eso.
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