jueves, agosto 10, 2006

El reencuentro





Sin duda, ella, es una persona distinta, esa mujer que rompe con el lema de que todas son iguales.
Estaba llegando a casa y recibí su llamado, simplemente me dijo que me esperaba en una esquina a tal hora, además de contarme brevemente su visión de si misma y actividades cotidianas. No hubo lugar a arrepentimientos, ella apago su celular y por ende tenía que asistir a la cita programada.

Ella fue una persona en la que eleve un símbolo, sin duda, fue mi femme fatal, por más que no cumpla las normas standares de mujer atractiva que nos muestran los medios dia a dia.
Ella tiene la piel suave, su tono de voz contundente y clara, asi como lenta y llena de paz; aunque su cabeza no encaja con su voz ni su paciente mirada. Es una persona que siente, pero que sufre mucho porque no realiza planteos que cualquier mortal en su profundidad lo realizaría.
Ella es abierta al sexo, a conocer gente, a atender las situaciones de las personas y a confundirse y a tirar todo por la borda.
Le gusta lo especial de la humanidad, sea destacable o distinto; quiere enamorarse y que se enamoren de ella pero sin que le estén encima.

Vivi junto a ella el amor y el desamor. Ese amor al cual ya no me gustan ni me interesan sus postulados, que empieza con partirse a la mitad y dejar una mitad(o más aún) del propio ser a la otra persona. Una especie de anestecia cerebral en que la imagen de la otra persona está omnipresente.
Por suerte está "dependencia", es efímera, por más que se diga que es para siempre; luego de él pueden aparecer la costumbre, el compañerismo y hasta el desamor.

Mi desamor estubo aparejado a un dolor, que por suerte lo tuve y no se reincorporará jamás, ya que acepto su ser y agradezco haber disfrutado juntos muy buenos momentos y de una gran conexión; que desemboca en un altísimo reflejo que no vale la pena olvidar, sino revivirlo en mi mente como un premio para esta vida.

Nos sentamos una noche en un café y hablamos distendida y sinceramente, recordando nuestros momentos y poniendónos al dia con los temas que repercuten en cada uno de nosotros
Ella tiene la angustia y el suicidio en la cabeza, cree que nadie se puede enamorar de su persona; cuando, a la vez, reflexiona que ella no tolera la más minima diferencia de padeceres.
Vive al limite con su dinero, hasta el riesgo de no pagar impuestos.
Sexualmente asiste a fiestas, tiene amigos sexuales y conoce extranjeros al que experimenta y ahonda más aun con su cuerpo. Es trasgresora y siente culpa y placer por ello; porque necesita a "su amor", su otra mitad.
No tiene televisión ni demasiados apegos impuestos hoy día por la sociedad.
Es capaz de mandar al diablo a cualquiera, sin medir consecuencias.
Busca ser reconocida y huir de ese reconocimiento. Le gusta la soledad, pero necesita gente que levanten su ego a cada instante.

Salimos del bar y nos dimos un fuerte abrazo, nos besamos y sonreimos en forma complice. Hablamos del sexo que teniamos, no lo practicamos, porque para ella me "haria mal". Yo pensaba simplemente que el tener sexo sería un privilegio, ya que me gusta su piel y su forma de practicarlo y gozarlo; pero no me ofendí, solamente estaba contento con solo volverla a ver y compartir ese momento que muy pocas veces se repetirá(tal vez nunca, pero nunca es demasiado absolutista), porque nada ni nadie es igual que ayer.-







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