jueves, agosto 31, 2006

Tiempo de Reflexión














Siempre tengo que escribir cuando estoy desanimado, o mal de animo.Por que será ? Porque de vez en cuando me doy cuenta de que soy mortal, y ser mortal es sumamente doloroso. Ese dolor que hoy le duele a mi resfrio y a mis apegos y a estar y lo peor hablar con personas que no quiero; que se creen que ponderan en la humanidad más que yo, y no se dan cuenta que son humanos también.

Tal vez me demuestro intolerante, pero soy yo elque sufre la distinción de ideologías que tengo con determinadas personas.La intolerancia no se combate con la tolerancia, es decir la aceptación y la sumisión; sinocon la autovaloración y la valoración a aquellos adonde anclar palabras o pensamientosconstituidos por emoción y igualdad humanitaria.

La opresión por los intereses coorporativos, me moviliza, porque trato de nadar contra lacorriente y generalemente me ahogo; todos por los apegos impuestos y las deudas contraídas.

Me gustaría ser diferente, pero termino siendo parte del rebaño donde se confunde la bondadcon la obediencia y la domesticación.


Si el humor prioriza mucho menos que la seriedad, simplemente algo está mal.
Si el compromiso es contante y el placer esporádico, es sin duda sádico.
Si ser superior es un don y la igualdad un ocio, para mi no es negocio.
Si la inteligencia se basa en la razon y no en la emoción, que insatisfacción.
Si la vida de desconocidos se remarcan en las charlas, ni quiero presenciarlas.
Si lo superficial es cuantitativo, entonces vivimos en un mundo sin sentido.

viernes, agosto 11, 2006

Burbujas de humo



Sonrisas y alcohol en burbujas de humo
adornan opacadamente el lugar,
que hacen a mi soledad un insumo
cuya mente deja de funcionar.

Sus danzas despliegan gran alegría,
los cruces de miradas auspician fantasías,
las palabras aparejan conocimiento
que en instantes lo lleva el viento.

Algunos entes feminos reverenciados
emiten un sinfin de muecas dominadoras
a los hombres que esperan ser sentenciados
a cumplir sus fantasías abrumadoras.

Despavorido al desconocido momento
encuentro un sitio para meditar;
las miradas ruidosas ocupan mi pensamiento
y limitan toda mi ideoneidad.

jueves, agosto 10, 2006

El reencuentro





Sin duda, ella, es una persona distinta, esa mujer que rompe con el lema de que todas son iguales.
Estaba llegando a casa y recibí su llamado, simplemente me dijo que me esperaba en una esquina a tal hora, además de contarme brevemente su visión de si misma y actividades cotidianas. No hubo lugar a arrepentimientos, ella apago su celular y por ende tenía que asistir a la cita programada.

Ella fue una persona en la que eleve un símbolo, sin duda, fue mi femme fatal, por más que no cumpla las normas standares de mujer atractiva que nos muestran los medios dia a dia.
Ella tiene la piel suave, su tono de voz contundente y clara, asi como lenta y llena de paz; aunque su cabeza no encaja con su voz ni su paciente mirada. Es una persona que siente, pero que sufre mucho porque no realiza planteos que cualquier mortal en su profundidad lo realizaría.
Ella es abierta al sexo, a conocer gente, a atender las situaciones de las personas y a confundirse y a tirar todo por la borda.
Le gusta lo especial de la humanidad, sea destacable o distinto; quiere enamorarse y que se enamoren de ella pero sin que le estén encima.

Vivi junto a ella el amor y el desamor. Ese amor al cual ya no me gustan ni me interesan sus postulados, que empieza con partirse a la mitad y dejar una mitad(o más aún) del propio ser a la otra persona. Una especie de anestecia cerebral en que la imagen de la otra persona está omnipresente.
Por suerte está "dependencia", es efímera, por más que se diga que es para siempre; luego de él pueden aparecer la costumbre, el compañerismo y hasta el desamor.

Mi desamor estubo aparejado a un dolor, que por suerte lo tuve y no se reincorporará jamás, ya que acepto su ser y agradezco haber disfrutado juntos muy buenos momentos y de una gran conexión; que desemboca en un altísimo reflejo que no vale la pena olvidar, sino revivirlo en mi mente como un premio para esta vida.

Nos sentamos una noche en un café y hablamos distendida y sinceramente, recordando nuestros momentos y poniendónos al dia con los temas que repercuten en cada uno de nosotros
Ella tiene la angustia y el suicidio en la cabeza, cree que nadie se puede enamorar de su persona; cuando, a la vez, reflexiona que ella no tolera la más minima diferencia de padeceres.
Vive al limite con su dinero, hasta el riesgo de no pagar impuestos.
Sexualmente asiste a fiestas, tiene amigos sexuales y conoce extranjeros al que experimenta y ahonda más aun con su cuerpo. Es trasgresora y siente culpa y placer por ello; porque necesita a "su amor", su otra mitad.
No tiene televisión ni demasiados apegos impuestos hoy día por la sociedad.
Es capaz de mandar al diablo a cualquiera, sin medir consecuencias.
Busca ser reconocida y huir de ese reconocimiento. Le gusta la soledad, pero necesita gente que levanten su ego a cada instante.

Salimos del bar y nos dimos un fuerte abrazo, nos besamos y sonreimos en forma complice. Hablamos del sexo que teniamos, no lo practicamos, porque para ella me "haria mal". Yo pensaba simplemente que el tener sexo sería un privilegio, ya que me gusta su piel y su forma de practicarlo y gozarlo; pero no me ofendí, solamente estaba contento con solo volverla a ver y compartir ese momento que muy pocas veces se repetirá(tal vez nunca, pero nunca es demasiado absolutista), porque nada ni nadie es igual que ayer.-







miércoles, agosto 09, 2006

MARATON DE COLONIA - 30/07/2006



Siento una gran adrenalina, cuando la distancia que creo no poder hacer o llegar, me espera, asi como los paisajes desolados y estar de cara hacia las sensaciones que una porción de la naturaleza me brinda, con sus gamas de colores y olores.
Por eso decidí realizar una maratón(de 42 km) a modo de un auto-citytour, en una ciudad histórica llamada Colonia, del pais rioplatense Uruguay.
Este lo acontecido, durante mi gran viaje de sensaciones:

Una largada a plena música para mis oidos cantandome: "Felicidad, depresión de la mano en el camino" que es lo que sintetiza las etapas que vivo en una carrera larga.
Salgo con un ritmo muy cauteloso, sabia bien que iba a correr y cantar hasta que las piernas me den.
Los primeros 4,5 km dimos vueltas por una especie de bosque y donde el sol apareció poco, ya que los arboles absorvieron su calor.
Ya el llegar al quinto kilometro, arrancó con un camino que se dirigió a la ruta.
El viento era propicio ya que en el sentido que iba corriendo, sopló al noroeste. Algunos repechos importantes y largos, asi también sus respectivas bajadas. Pasando el kilometro 13, llegamos a la ruta y el viento en contra apoderaba sobre mi piel, pero no lo tome como cosa trágica, la idea era seguir al ritmo, pasando kilometros. Lo curioso que en la ruta, corria por el medio, ya que la banquina tenia un declive obliquo(una mitad triangular), como suelen tener casi todas. Mis visiones se asociaban a las canciones, la velocidad era la que podia dar.

Se hicieron dificiles los kilometros 28 a 30, ya que seguí con mi afán de correr, sin parar y me dolió un poco la cabeza, asi como erizar la piel por el viento, frio y algo de cansancio.
Por suerte la hidratación valió a que la presión no se bajará aun más, aparte de mimarme con un ritmo cómodo y alegre.
En el 30, decido caminar unos metritos para comer una barra de cerial. Sigo y las piernas las pienso a sentir, estaban cansadas pero no abatidas, mi cabeza estaba bien.
En el 32 y pico, al entrar a Colonia de Sacramento, habia una subida interminable y pronunciada(poco menos de 1/2 kilometro), corro y camino la mitad, en la bajada vuelvo a correr y decido no parar hasta donde sea. Mi sensación era de contentura, volví a cantar como un loco, la gente me miraba y se reía.
Antes de llegar al 35, realizo una curva de casi 360 grados, bordeando la plaza de Toros.
En el 36 me encuentro con la costanera, y aquí empieza el laburo cerebral, las piernas se me agotaron, estaban abatidas, costaba levantarlas, camino unos mts, pero sigo corriendo según la canción que escuchaba en mis oidos: "Es angelical, no podés no correr". Algunas frases o preguntas se me cruzaban: "Caminos los 3 km que me quedan ?", "´Dale vas bien", etc. Algunas sensaciones nauseabundas se apoderaban de mi, pero después volvía a nacer y me enchufaba y corría. Y eso es sin duda, el punto o el quiz que siento en distancias largas. Caer y volver a nacer permanentemente. Cuando doblo, para entrar al casco histórico, quiero improvisar un pique, y justo ahi una apuntada en el aductor, sigo corriendo cuan herido sale despavorido de su agresor.

Finalizo con una gran sonrisa y con muchisimos dolores, que ya fueron absorvidos y desvastados.