Siempre tengo que escribir cuando estoy desanimado, o mal de animo.Por que será ? Porque de vez en cuando me doy cuenta de que soy mortal, y ser mortal es sumamente doloroso. Ese dolor que hoy le duele a mi resfrio y a mis apegos y a estar y lo peor hablar con personas que no quiero; que se creen que ponderan en la humanidad más que yo, y no se dan cuenta que son humanos también.
Tal vez me demuestro intolerante, pero soy yo elque sufre la distinción de ideologías que tengo con determinadas personas.La intolerancia no se combate con la tolerancia, es decir la aceptación y la sumisión; sinocon la autovaloración y la valoración a aquellos adonde anclar palabras o pensamientosconstituidos por emoción y igualdad humanitaria.
La opresión por los intereses coorporativos, me moviliza, porque trato de nadar contra lacorriente y generalemente me ahogo; todos por los apegos impuestos y las deudas contraídas.
Me gustaría ser diferente, pero termino siendo parte del rebaño donde se confunde la bondadcon la obediencia y la domesticación.
Tal vez me demuestro intolerante, pero soy yo elque sufre la distinción de ideologías que tengo con determinadas personas.La intolerancia no se combate con la tolerancia, es decir la aceptación y la sumisión; sinocon la autovaloración y la valoración a aquellos adonde anclar palabras o pensamientosconstituidos por emoción y igualdad humanitaria.
La opresión por los intereses coorporativos, me moviliza, porque trato de nadar contra lacorriente y generalemente me ahogo; todos por los apegos impuestos y las deudas contraídas.
Me gustaría ser diferente, pero termino siendo parte del rebaño donde se confunde la bondadcon la obediencia y la domesticación.
Si el humor prioriza mucho menos que la seriedad, simplemente algo está mal.
Si el compromiso es contante y el placer esporádico, es sin duda sádico.
Si ser superior es un don y la igualdad un ocio, para mi no es negocio.
Si la inteligencia se basa en la razon y no en la emoción, que insatisfacción.
Si la vida de desconocidos se remarcan en las charlas, ni quiero presenciarlas.
Si lo superficial es cuantitativo, entonces vivimos en un mundo sin sentido.