Las miradas que observo caminando
por esas calles que se van mutando
el paisaje de lo ajeno en movimiento
y pienso cuan hondo es su sentimiento.
La gran cantidad y variedad de ojos
se mezclan en colores fuertes y flojos,
de los cuales algunos me ruborizan
y los inocuos siquiera me atemorizan.
Aprecio el gran espectáculo gratuito
que ofrecen los niños en este circuito
con su real y interminable atención
a aquellos pseudo payasos de ocasión.
En todas las viciones busco complicidad
pero es dificil abtraerse a una identidad
al ser parte de un periodo casi perdido
colocando ese puerto en el mismo olvido.
que lindo escribis
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