Se cumplió la tercera de cuatro partes en el 2023. Uno es suceptible a la vida y al paso del tiempo, y si a veces es una mierda, siempre pero siempre es mejor que la nada sin retorno.
Siempre pierdo el tiempo porque los términos pragmáticos con que lo mido son falaces. Incluso hay cambios que parecen estar acomodados en un método. La frase de Einstein (o de Milei) para mi no va, porque el señor no incluye la variable sentir.
Mi ritual más riguroso ha sido trotar por el Parque Centenario los 10 km, y ha tardado diferentes tiempos y sentido en el mismo trayecto muchas cosas.
Julio y Agosto fueron meses con que me sentí pleno jugando a la pelota.
Agosto fue un mes lento, más alla de las elecciones PASO, fui resolviendo cosas, estuve más atento que otros meses, algo sorprendido por los rendimientos de activos, cumplí con los balances, la actividad física (gimnasio, nadar, trotar y estiramientos) estuvo moderamente correcta.
Septiembre comenzaron las procrastinaciones, ha habido un récord de dádivas sobre la institución de mi hermano proveyendome muchas bolsas, muchos ticket, tal es asi que he ido una vez por semana al Once, un barrio que recorrí con mucho todo el tiempo.
Además, reuní a mi hermano con Eduardo en una noche lamentable, ya que en el "nuevo Burgio" lo único que quisieron los mozos es que pidamos la cuenta y nos vayamos. Sin tener en cuenta lo que el cliente puede pensar. Con Eduardo concluímos que nunca más vamos a la pizzería Burgio porque nos apuraron todo el tiempo y todos los mozos nos atendieron pésimo.
Mi dispepsia en Septiembre ha influído en mi lucidez de mala manera, asi como cierto rendimientos físicos. Casi igual que un animal si tengo vía libre para comer como, pero me he restringido muchas veces con cierto mal humor.
Septiembre además, sabía que tenía que ser conservador con los activos pero me dejé estar y no desarmé carteras, por lo cual he sufrido bastante muchos días, para culminar el mes con algo de recuperación de las primeras malas tres semanas.
En Agosto comencé guitarra nuevamente, en un centro cultural a poco más de 15 cuadras de mi casa. Realmente el grupo es reducido y variopinto, de hecho hay alumnos que tocan muy bien, la diferencia la hace el profesor de que todos construimos la canción y aprendemos las diferentes posiciones para tocar en pentátonica y blues. Siempre que fui terminé mejor de lo que llegué.
En Septiembre fui a ver a Cielo Razzo, mi tercer recital en el año, en el 2022 no fui ninguno. Quizás son los últimos, o no sé, pero por temor me hago la idea que muchas cosas van a terminar y me tengo que comenzar a adaptar a otras. Estas actividades son la pelota, los recitales y el sexo.
Julio fue un mes atipicamente caluroso, incluso más que Septiembre, he caminado bastante, he ido al teatro por la zona del Abasto y he hecho un curso de IRO (Investor Relation Officer) que estuvo bien.
Se viene la última parte del año. Realmente el entorno está muy convulsionado, la ultra-derecha cipaya ha moderado su discurso, incluso ya no hay gritos, yace una justificación que parece lógica y hasta atractiva. Muestra que la gente le interesa más su individualidad que lo social. Por eso el capitalismo individual le gana por goleada al socialismo integral.
Ahora, me gusta la personalidad que estoy teniendo de escucha, de saludar a todos/as los/las que pueda en la calle, incluso a los y las invisibles. El dar la mano, y el quedarme en la superficie, ya que en la profundidad voy al pasto y derrapo con cualquier falta de respecto por puro perturbado.
Por la "gracia de Dios" riego a una planta llamada Ruperta a la que no la sembré, pero creció muchímo y me entrega flores amarillas que se abren con el Sol.
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