martes, abril 28, 2020
"Las Malas" el libro del confinamiento
Tuve noción de Camila Sosa Villada por su colaboración autoral, además de ser actriz, por el ciclo unitario de la TVP: "Historias de la primera vez" donde me cayó excelente la actuación de ella con Luis Machin, y estó se extendió, aún más, en la película del 2011 llamada "Mia", donde tiene mucho que ver con esta novela, donde un asentamiento de travestis es apuntado por las fuerzas públicas para ser desmantelado, además ella y su relación con la chiquita de un hombre con cierta solidez económica (Rodrigo de La Serna).
Yendo al libro, "Las malas", tomo conciencia de la riqueza literaria y de escritura de la autora, es un libro que se puede abrir por donde sea y habrá pasajes de descripciones de ambientes, de personajes, de situaciones. Sosa Villada se las ingenió para graficar de manera impecable cada una de las situaciones provistas por la obra.
Camila Sosa Villada, si bien cuenta, en muchos pasajes, historias personales, donde uno de ellos es el pasaje que se pregunta: "¿ para que ser hombre?, si hay que ser como mi padre". Y con razón, con un padre golpeador a su madre, a los animales, con el alcohol como principal fuente de energía, para evitar, supongo, tanto dolor y frustración, y la masculinidad a flor de piel, aplicada con la fuerza y el "abuso". Entonces, la empatía de Camila Sosa Villada, intuyo, es ponerse del lado del más débil expuesto (porque el padre tenía la cabeza llena de sombras y su exposición era a la fuerza), y el ser humano al desnudo es frágil, entonces en cuestión de identidad de género, Camila, quiso ser mujer, pero una mujer diferente en que los riesgos eran mucho peor que ser hombre y mujer por cuestiones biológicas.
Camila se convierte en travesti, pero, la asociación "cultural" del travesti, parece ser la prostitución, ella lo explica en el libro, porque no deja un agujero sin explayarse, entonces hace sus primeras transacciones en el Parque Sarmiento de Cordoba y se va de su casa para vivir en la pensión de la Tia Encarna, gran protagonista del libro, donde Camila sale de si misma y cuenta la historia de la Encarna y su brillo de los ojos (un bebe que encontraron en una bolsa de residuos), asi como cuenta la historia de Maria la sordomuda, Las Cuevas, los hombres sin cabeza, Sandra, etc.
No dejé pasar por alto sus reflexiones sobre el mundo, la muerte, los medios de comunicación, la gente deshumana, la gente solidaria, todo lleva a ricos de pasajes donde me absorbo y olvido un poco "como estoy", "como me siento", "si quiero vivir o no", etc.
Este libro me ha conmovido como nada en este 2020, y nada tiene que ver conmigo.
Se destaca las observaciones, los tiempos para las situaciones, la ternura infundada al manifestar sentimientos y sensaciones, el analisis de los personajes y de ella misma.
Nada más me queda agradecer que personas como Camila Sosa Villada desnuden sus sensaciones, casi sin emitir juicio y quejas, y con una introspección que me puso la piel de gallina
GRACIAS que esta novela llegó a mi mente y a mi memoria.
viernes, abril 24, 2020
Consumo positivista contra el confinamiento
Y si el dolor sigue y se acentua, confinado, perdiendo mis libertades, con una cabeza que ya se resignó, que se altera con la persona más cercana, amén que potencia, justamente, el desprecio y la resignación de la vida. Que los momentos se tienen que disciplinar, pero no así los paso a paso que hay que hacer para una buena higiene.
Finalmente, la naturaleza se agotó del sistema, que los acreedores se la van a querer llevar toda, haciendo que los estados emitan, porque no queda otra y realmente no se lo que está bien o mal, y me cuesta ser parte del rebaño. Bah! estoy por debajo del rebaño, soy un parasito de ellos. Ellos, siempre serán ellos. Hablo con gente y me deprimo, sea por su soberbia, por sus novedades, pero en realidad estos adjetivos son injustos, soy yo el que se deprime porque manifestarme ante ELLOS, me hace y me hizo mal, por lo cual evito el whatsapp y prefiero escuchar, leer y ejercitar por las personas que expuse en las fotos.
Por ejemplo Elena Malova, una rusa viviendo en Chile, con su "Namaste y chau chau", al finalizar cada práctica, ella tiene más de 500 videos entre rutinas Hits, Cardios, Flexibilizaciones, Yoga, meditación. Las practico, y aprendo mucho mucho. Además su paciencia y su estilo de vida en que inculca PAZ, movimiento, y detallando herramientas para enfrentar, e incluso transitar el miedo, a la transformaciones, a aceptarse y a seguir, como sea. Pero sus meditaciones, sus cardios junto a su compañero Marcelo y
"Lo mejor que podemos hacer, no culpar, no sentir miedo, mirar nuestro interior y ver lo mejor que podemos hacer"
El segundo es Adam Fields, un quiropractico de San José, California, USA, donde me ha aportado sus prácticos ejercicios para el cuello, para el ATM, para los hombros y la cintura. Partiendo de la frase que "Un dolor no es un problema, sino un desafío para la salud", hace que cada vez que hago sus prácticas, sus sonrisas, reirme de ciertos ejercicios en que dice parecer tonto, de valorar que se está haciendo la práctica.
La tercera, con quien junto comencé este año horrible, es Adriene Mishler de Texas, USA, donde muchas de las asanas las culminé aprendiendo de ella, además por cada práctica se asocia a un concepto a un estado vital, como busquedas, reseteos, nutrición, creencias, intuición, intensidad, relajación, respiración, todo asociado al cuerpo y la mente. Hoy todos los domingo, leo su mail con alguna poesia, párrafo positivo de algún autor que ella proporciona y realizo su respectiva práctica.
El cuarto, es ya, un viejo conocido: Claudio Maria Dominguez, de Buenos Aires, Argentina. Claudio ha vuelto a mi vida, recuerdo que los domingos iba en auto escuchandolo y a veces no empezaba a trotar en la reserva ecologica por incorporar sus conocimientos, sus enseñanzas, sus sugerencias, sus experiencias, con su cadencia de voz interminable, pero con una nutrición que necesito. Es más, al levantarme cada dia me acuerdo de él, porque dijo que levantarse de la cama es "salir del utero de la madre" y entregarse a la incertudumbre de la vida, y es así que ese "mantra" me saca de la cama, me lleva al baño y luego hacer la práctica matutina para ser más flexible y liberar tóxinas.
Estas cuatro personas que no creo conocerlas, que no me interesa su intimidad, sino el positivismo que trasmiten, el reaccionar frente a una cabeza que no puede más que vive frustrado que no quiere profundizar, que no sabe relacionarse, pero que si tiene el afán de estar mejor y no alimentarse de tanta mierda que, hoy, se consigue gratuitamente en cualquier parte, incluso en uno mismo. A estas personas, como a otras que no detallé, son las que agradezco su existencia y el poder conectar, aunque sea virtualmente con sus mensajes.
Esto lo hago de manera silenciosa, sin meterme en sectas, sino actuar y aprender, que el aprendizaje y subyugarme a la lectura, es, más o menos, lo que calma el dolor fisico, y por consecuencia el dolor emocional. ¡Gracias!
jueves, abril 09, 2020
El medio siglo de Leonardo
Hoy, 9 de Abril del 2020, mi hermano Leonardo cumple 50 años. Fuimos juntos a comprar la torta de la foto, a pesar de las recomendaciones de ir a comprar sólo las cosas. No suelo ser muy obediente en estos casos, y si lo soy es por verguenza y por pánico. No creo en martirios, ni en heroes, cada uno hace lo que puede antes las cosas que le imponen, la cobardía y rebeldia serían una opción, pero no sería la mejor, justamente por el riesgo de ser notado y remarcado por aquellos seres humanos civilizados y con sentido común.
Entonces pasamos los dias en mi casa, con cada vez, más restricciones y con un futuro tormentoso, pero acostumbrándonos y programandonos, compartimos con mi hermano el desayuno, la mañana, radio mediante que, generalmente, escuchamos a la Vernaci. Luego almorzamos, y yo duermo una siesta y el se queda viendo documentales de Minguito, Olmedo, Porcel y vaya a saber que más, luego el va a la habitación, elongo o hago ejercicios y juego "a la bolsa" porque para los doctrinarios no es un trabajo, es una timba o una joda, entonces soy un subvaluado para elles.
Y festejamos con mi hermano, dos seres que no estamos a la altura de la civilización, mi hermano vive (o vivía en un hogar en Pontevedra) con medicación, yo, también estoy tomando medicación porque a esta altura me automédico, porque lo único que importa es la vida de los otros, y está bien, todos son filántropos, nosotros estamos el margén, como siempre estuvimos, al margén por ignorantes, aburridos e improductivos.
Desde chicos, vivimos con nuestros defectos, cada uno tuvo su bullyng correspondiente, compartimos el de la desprolijidad, y eso es una cuestión que los pibes se burlen de uno. Los otros con las minas, porque eramos tan estúpidos. A él, luego de la separación de mis padres, le explotó la bomba de la esquizofrenia y los ataques de locura lo llevaron a la cana, a centros de internación y demás. A mi, me llevaron a la locura, a salir del eje, a la agresión, al resentimiento y a no sé que más.
Mi hermano fue despreciado por mi padre, por mi, y por todos alrededor, lo echaron de hoteles, de trabajos, y tuvo años de muy poca contención porque mi madre sufría de depresión y de demencia senil. Solo, en las calle, enfrentando a la policía, a otros vagabundos.
Sin embargo, el menos resentido que yo, es más tranquilo que yo, es menos charlatán que yo, en realidad, no habla, y eso que no hablo mucho.
Pero las comparaciones no van, yo no supe tratar a mi madre, e hice lo que pude, con mi hermano lo mismo, producto de la ignorancia y de la costumbre a ser un "ser asocial" y hoy dia aburridisimo.
Pero bueno, el encierro obligatorio estableció que mi hermano esté conmigo vaya a saber hasta cuando, igualmente hoy iba a estar y hubiese esperado un "festejo diferente", salió mal, pero ya neutralizando este encierro, casi como adaptandome sobre eso, pero sin victoriar, como que es una epoca de mierda que hay que vivir y no esperar el después solo vivirla lo más neutro posible, porque "lo mejor" es demasiado exigente y utópico, entonces aplico metodologías, horarios, y variantes minimas a eso, como un robot, como un ejercito.
Igual la velita estuvo y espero, si llegamos, que los 51 sean diferentes.
miércoles, abril 01, 2020
Primer Trimestre 2020
Las cacerolas, las bocinas, los ruidos, los gritos y el bullicio todo bajo la desesperación entorno al corona Virus. Vivir bajo el caos externo, sumado al kilombo interno promedia el 2020. Hace mucho que sé que soy una persona mediocre y tóxica, lo de la mediocridad e incluso la futilidad es gran parte de estos últimos años.
¿Para que vivir? Para ver el sol, como dijo alguien: "Mi único y concreto Dios", vivo con la esperanza de observar y yacer calmado sin dolor. Pero el dolor fisico crónico, la falta de identificación, la amargura, la des-creatividad, y la mayor aversión de adaptarme al disfraz de la tecnología y las diversas herramientas que hacen que todos se relacionen, se alienten, compartan con ironía sus tristezas, se reian de los, según ellos, "seres inferiores".
Ellos, siempre serán ellos.
¿Como va el 2020? Y suma una de las peores vacaciones/escapadas de mi vida, y ya con el desdén de volver a salir del cascarón, que, con todas "mis malas ondas" me agendo una rutina moderada como si utilizaría las funciones vitales dentro del cascarón. No soy gracioso, no soy generoso, no soy condescendiente, no queda otra.
Estas vacaciones a Mar del Plata, con todas las restricciones, hasta me sacaron del mar, el miercoles 17/03, se suma a las vacaciones del 2001, a Capilla del Monte 2005 y Saint Malo en 2018. Todos años de mierda como lo está haciendo este que no se vislumbra ni una mínima remontada.
En lo económico jamás me fue peor (siquiera en el 2012 que era solo gasto), con pérdidas de muchos miles de pesos, bloqueado en este sentido, paralizado para salir.
Ahora se suma el insonmio donde estoy durmiendo muy poco, tener a mi hermano bajo cuidado y volcar en él todas mis frustraciones, hace que sea inutil hasta para la convivencia.
Ya lo expresé alguna vez, vivo la resaca de la vida, no hay más que pedir perdón a los seres superiores y agradecer al que aguanta mi intoxicación. Es así que no estoy para conversar conmigo mismo, leer cuando tenga concentración y series no veo, sólo películas en CineAr cuando no me quedo dormido y vuelvo a despertar y vuelvo a dormir y una mosca me zumba y apreto los dientes.
Ayyy el dolor fisico, se suma el dolor de muñeca y el brazo se pone débil, elongo y elongo y nada ayuda. No sé como lidear con la burocracia de mi hermano con respecto al cobro y los remedios, la policía me para, vivo en el libro 1984, leo la épica de "quedarse en casa o morís", y no puedo pertenecer a ese grupo alegre y creativo. Ellos, los burgueses, sanos, sociables, viven como hay que vivir.
Algunos dicen que "esto va a pasar" y claro, pero va a ser un espiral descendiente, no todo lo que se sucede sirve, las incomodidades dejan huellas y secuelas, y el esfuerzo no es suficiente y perdés y se potencian los dolores, los pánicos, los sinsabores, el desamparo (merecido), la descapitalización, ahonda más la desconfianza, la depresión, y profundiza el sin sentido de vivir.
Ese mantra de "Ver el sol, es lo único que quiero", para aquellos que dicen que tengo sobrevida, que debería suicidarme porque no sirvo para nada y tienen razón, pero no queda otra que alejarme de ellos y seguir sin rumbo, errante, taciturno, la nada misma, que esa nada es todo para mi.
Los abismos pueden ir más allá, voy a camino al agujero negro que no se bien cual es el piso, supongo que la excavadora no tiene limite, todavía no tengo materiales para trepar.
Se viene otro trimestre oscuro, a desgano, con agenda, con aislamiento, con dolor, sin planes a mediano plazo, sin amigues, sin contención, sin fuerzas, sin salidas, sin talento, sin inteligencia, sin alegría, pero en casa.