domingo, enero 31, 2016

Enero atípico en el comienzo del 2016

















2016, que cacheteado comencé. Si comparo, es como si te clavaran 3 goles, sin darte cuenta que estás en la cancha.   Inicié sin voz, por haber cantado 3 horas, borracho, con el ventilador frente mío. Luego vino un día atípico de laburo el 2 de enero, donde no pude resolver las cosas de manera total. 

La semana del 4 de enero fue histérica entre los compañeros de trabajo y los que lo presionaban.  Muchos roces con la mujer, o chica que trabajo, y es representante de la empresa.  Yo demostré suceptibilidad, y poca resistencia a cada uno de los representantes del proyecto.  La venida de los extranjeros, trajo muchos problemas y soluciones a problemas, que causaban otros problemas. Trabajé tenso, a destiempo y sin espalda para aguantar la presión.  La bolsa por su parte se desplomaba, y ayudó a bajar el ánimo.
Los dólores de cabeza y el calor que suele hacer en Enero, me fundieron.

Mientras tanto,  muchas noches me puse como objetivo solucionar el problema de la otra empresa, y hasta contacté por Facebook, un señor de la AFIP que me atendió hace como 5 años atrás. Y realmente, me sorprendió, su buena voluntad y atención, ha estado más de dos horas trabajando a la noche y algún sábado.  Pero mi cabeza no está acostumbrada a ir a mil, y se paga con mucha ansiedad, comida y poca actividad física y muchos sábados de laburo. ¡casi todos!.
Así todo, resolvimos el asunto, y sentí que del otro lado me estafaron, ya que no me atendieron para ver cómo queda todo, eso es algo que tengo que resolver en febrero.

El otro destrato laboral fue de la consultora de Alemania, en que le digo que nos veremos en otro proyecto, y haciéndose el gracioso delante de todos, sin agradecer un caxo, me dice: “Si, en otra vida”. Está bien, será su voluntad y que se vaya a excrementar por ahí. Supongo que el turco se sentirá un abismo superior.

Sin dudas, hace años que no tengo estabilidad laboral ni proyectos laborales a largo plazo. Tal vez, mucho no me interesa, o no quiero comenzar de nuevo. Aunque no sería un comienzo de nuevo, sino que, tal vez, es entrar a un régimen que no adopté jamás, y a mi, me da motivación que algo concluye, que doy vuelta la página.

El auto, nuevamente me trajo problemas de lubricación y bomba de aceite o tapa de cilindros (no sé) y hace dos semanas que estoy sin él, cada uno de los problemas es peor. Sería mejor venderlo, pero creo en el desgaste y en el reparé. Una creencia absurda, aunque me da mucha fiaca vender el auto y comprarme otro, tendré que esperar unos meses más si quiero y puedo hacer esto.
Sin embargo, esto ya, prácticamente pasó, puedo lamentarlo, pero ha acaecido y la semana que viene voy a vivir algo adolescente con edad para ir a teatros con butacas, como es el Cosquín Rock, y es el 
primer viaje a que tengo pensado en realizar este año, que se desprende de un alivio del año anterior.  

Tal vez, marzo vendrá Mar del Plata y después algún viaje grosso para abril, mayo (que no es seguro). Aunque esto me retrotrae a otros años. Además de seguir con la racha del curso de italiano, continuar con inglés y más adelante aprender francés (al estilo como aprendo italiano, por Duolingo una capsula por dia más dos repasos diarios).

Con respecto a las actividades físicas, sé que no estoy en estado, pero le pongo ganas y no hay ningún objetivo, más que moverme y sentirme feliz al hacerlo, con esto no podré el piola diciendo asuntos acerca del sacrificio, el deporte y la mar en coche. Enero tuvo sólo 11 dias en que practiqué actividad física, también 3 salidas al cine (increíble para mi).  Febrero serán menos, y marzo me estabilizaré.


En definitiva enero suele tranquilo, admito que fue uno de los peores eneros de mi vida, pero se vislumbra mejores etapas para el 2016, a pesar de la coyuntura violenta y apocalíptica que me venden.

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