viernes, marzo 20, 2015

Procrastinador en potencia














Si bien, no llego a ser un procrastinador crónico, la depresión y angustia me lleva a hacerlo.  
La procrastinación es una palabra que están en boga, las charlas de motivación, estímulos, y cualquier otro incentivo funcional, para ser un sujeto productivo y funcional a los diversos contextos. 

Procrastinar se origina del latín, como desplazar o diferir.  

Todo lo que me lleva a un esfuerzo o un estadío que contiene un sistema de creencias horrendos, por lo que veo a un contexto, me lleva a negar y a procrastinar, siquiera a tomarlo como un proyecto de vida. El formar una familia fue un tema de procrastinación constante. Realmente, como no pude romper el molde a ciertas exigencias laborales, donde me sentí alienado y enajenado a una tarea que, me hartaba. ¿Como carajo voy a formar una familia? Prefiero bancarme la volteada yo solito, y así menos pensar en formar una pareja, si el precio que pago, día a día, me lleva a costarme cada vez. 

La procrastinación, en este caso, va a atada con la depresión. Creo que seré el tercero que sucumbirá en ese estado, mientras mantenga la zona de confort, no ahondaré demasiado en la angustia que me llevan tales obligaciones a las que siento reticencia al hacer, y por eso procrastino hasta que esté atado de pies y manos.

Procrastinar con el orden, con la limpieza, con el aseo mismo, también es una constante: En este momento, tengo mucho calor, la excusa es: "El calor me saca fuerzas, me inmoviliza, me irrita", entonces procrastino sobre limpiar el piso del comedor, ordenar la mesa donde tengo un alboroto de objetos, la cocina y su grasa en las hornalla, los vidrios del ventanal un tanto enterrados. Todo eso me genera fiaca, sé, en este caso, que tengo que ceder al hacerlo. Pero mis asentaderas pesan una tonelada.

También me pasa con reuniones con amigos o conocidos que postergo, porque la noche ya no me sienta bien: no me gusta vestirme para la ocasión, quiero estar en short y en patas, donde la excusa se vuelve a repetir: El calor.

Al odontologo no voy, por pánico.  En acaecimientos tengo dolores de muela insoportables, y con respecto a procrastinar, se debe porque la última vez me sacaron una muela a martillazos y realmente sangré mucho y culminé con harto dolor.  Este suceso, reforzó mi pánico. 

Con respecto a la actividad física, me da mucha fiaca salir a correr o trotar, cuando antes tenía una regularidad. Cuando lo hice la última vez, acabé con un estado anémico doloroso y con dolores en general. Es por eso que recuerdo tal estado, y me da fiaca vestirme para correr. 

Procrastinar en la búsqueda de trabajo, porque en las entrevistas me sentí que no me identificaba con los valores de la empresa y con las cuestiones que me realizaban. Por ejemplo: "Ante una situación de presión como actuás?"...Lo que pensé, mientras temblaba porque no hallaba la manera de mentir: "Para el orto querido, hago todo mal si un GENIO poderoso me azota" 

Mi procrastinación se debe, en sintesis, a mi fobia, pereza y faltas de incentivo

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