Al salir de guitarra, retorné a un lugar que acostumbraba
ir, al egresar de mis clases de viola. El Bodegón de Avenida Gaona, donde, en
sus comienzos, iban jubilados y gente de mi alcurnia: zaparrastrosa. Ahora, éste lugar está de moda, y fijo la
atracción de gente joven y más “establecida”, donde mezclan el término cool, y
cualquier modismo anglosajón para realzar, aún más si imagen.
Me auto-serví cuatro empanadas y una bebida saborizada con
gusto a Pomelo. Mi preocupación era
focalizar en que lugar iba a sentarme, y permanecer unos minutos para digerir y
deglutir las empanadas. Antes tuve que calentarlas, y aquí es donde para lo
oreja, para escuchar a una veintiañera muy bonita, donde esbozaba un largo
monólogo, a la supuesta pareja hombre, que, con voz clara, firme y vehemente
expresó:
-
- - Está bien
que me cuestiones. Pero, ¿que querés? estoy para el orto en la facultad. ¡¿No sé
cuándo mierda voy a terminar?! Me tiene podrida (sic), en el trabajo me llevo
mal con todo el mundo. ¡¡Tengo una vida de mierda!! Con el único que estoy bien es con vos, y me
venís con el planteo de "Amor". Si yo siento amor. Bah, pero que se
yo, no tengo idea como definir amor.
El muchacho miró abyecto, sometido y hasta indulgente de lo
que ella decía. Su mayor cometido era quedar bien con ella, su inseguridad fue
muy notoria.
La chica devastó al hombre, el hombre se sintió en peligro
de no poder besar más a una chica que le gustaba mucha, corría el riesgo de
perder el capricho de ser feliz cuando, seguramente, fornicaban, porque muchos
hombres, en una etapa nos sentimos “muy hombres” cuando fornicamos, y en realidad,
es lo que a muchas mujeres les gusta, dejarse coger para dominar al sujeto en
todos los otros sentidos. Es como un
trato mercantilista, y yo me ví reflejado en este hombre por su inseguridad,
por el miedo pavoroso de perder el “garche” y por la duda constante de no saber
que decir cuando una mujer me plantea esto.
Estas etapas son relativamente cortas, no me duran un año, y
estoy conciente de esto, como, supongo, más adelante lo estará al muchacho.
Aunque mi lectura dice que el próximo planteo de la minita será: “Terminemos
acá, no estoy bien conmigo misma, y menos voy a estarlo con todo el mundo
exterior”.