¿Fines de etapas?
Si, me respondo. Ya no tengo
entusiasmo por las carreras (siquiera corro), los viajes, ya no adoro los recitales, donde
iba a mansalva, tampoco la música me acompaña todos los días. No escribo asiduamente, no tengo ideas, no
poseo musas; cuando lo hago son nimios conceptos, sin fundamentos y de frágil contenido
de información.
No me es fácil conseguir trabajo, es decir, ya no puedo
elegir donde trabajar, además de que en empleos que no me apetecen me alisten.
Ni hablar de emprender algo nuevo, que, apresuradamente,
todo me salió mal o no tuvo sus frutos.
Menos entusiasmo hacia la vida, es decir el presente
molesta, antes era disfrutar hoy y no importa el mañana. Ahora, estoy preocupado por mi actualidad y
por lo que vendrá. Difícil ¿No?
Pero volvió una pasión de la adolescencia, que es tomarme
seriamente el fútbol. En la pubertad,
iba caminando al colegio, por ejemplo, entre otros ahorros, para poder pagarme
una entrada para este deporte. Era lunes
y quería que llegue el sábado para asistir a las gradas de un estadio.
Hoy todo es televisado, en un fin de semana me he visto
siete partidos, con sensaciones de adrenalina,
y extasiado al observar este espectáculo, que, a veces, pienso más
profundamente, que está guíonado.
Tanto la primera y segunda división del fútbol Argentino
tiene definiciones arriba y abajo.
San Lorenzo se puede ir a la segunda división directamente
si no gana, si gana, depende de que no gane Banfield, ni que apenas empate
Atlético Rafaela. El “taladro” del Sur
es muy probable que descienda, ya que si no lo hace ahora, el próximo
campeonato les queda muy pocos puntos para afrontar la primera división.
La promoción, además, la pelean, a la vez San Martin de San Juan y
Tigre. A la vez el campeonato se define por los inéditos Tigre y Arsenal, que
juegan bien, aunque en otras circunstancias no serían campeones, porque no
tienen figuras descollantes.
En el Nacional “B”, River Plate tendría que ascender
ganándole de local al tibio Almirante Brown, pero todo puede ser, ya que si no
gana depende de que Quilmes no le gane a Brown de Madryn y Rosario Central no
le gane a Desamparados de San Juan. Por su parte, Instituto también tiene que
ganarle a Ferro para asegurarse el ascenso.
En el descenso, porque todo se encadena, Chacarita con
Patronato, Atlanta contra Huracan, y como el mencionado Desamparados le gane a
Central.
En fin, fue un campeonato que vi muchos partidos de fútbol y
mi vida fue un sinfín de frustraciones, lo cual las he volcado en comentarios
del tipo: “Es malísimo, como roba”; “Ese técnico no sabe nada”; “te vas a morir en la B”; “Corré muerto”;
entre otros agravios e injurias sin sentidos, ocultando y transfiriendo mis
fracasos cotidianos.