miércoles, agosto 03, 2011

Los síntomas nihilistas










Largando con la frase archi-super conocida, trillada y cursi: “Solo sé que no sé nada”, da el pie para que vuelva a escribir en este blog, una suerte de demostración de que mis estados de ánimos son cíclicos.   Seguramente estoy repitiendo con, más o menos, las mismas palabras mi actualidad sensorial.  
Aparentemente, mi crecimiento, trascurre desde el punto de vista físico, por la degradación inevitable del pasaje del tiempo.
“Es la edad”, así dicen. 
Y, yo, captando está afirmación pregunto: ¿La edad para que? ¿Para sentar cabeza y pensar que hay algo más de los finales?
Hoy, haciendo un nuevo recuento de mi vida, donde, nuevamente, los pensamientos mandan por sobre las acciones, y me dejadez se subyuga en estas reflexiones, me vuelvo a cuestionar: ¿Qué hiciste para llegar a esto? ¿Por qué crees que no sabés nada?

Respondiéndome en este apartado me respondo, que mis pulsiones estoicas a lo largo de últimos años, fueron prácticamente nulas.   Mis sufrimientos estuvieron abarcados al control, a la estructura, a lo que creo que es mío.   Pero ¿Qué es lo que realmente poseo? ¿Qué pasaría si lo pierdo?
Por ejemplo, estar sin trabajo, sin un proyecto sustentable, y solamente con miedos que se anteponen entre que al ser un recurso de una empresa, me aliene nuevamente, más allá de la envestiduras que conlleve.  En el rubro laboral siempre tuve laureles transitorios, como en estos tres meses, lo que acontece que, en los últimos años, hay un nihilismo en cuanto carrera se refiere.  ¡Me importa un cacso la carrera que te imponen!
Rememoro a los veintitantos años, sentado tomando mate con mi madre diciéndole: “No soy emprendedor, no tengo recursos para venderme”.
Y aquí estoy, con un pavor enorme, porque me siento solo en este rubro, amén que llevo a cuestas casi 15 años ¿De que? Justamente volviendo a la frase del principio: “No sé nada”.  Y ese “no se nada” se traslada a:
* Un cambio sostenible de trabajo (sea de rubro o no); un lugar que me sienta estable y que me divierta.

* Si sucede lo primero, poder entrar finalmente en la convivencia, ya que 13 años viviendo solo, hoy, me da por el quinto dedo de la mano.

* No tengo idea ni fuerza de como mantener un hogar ordenado y limpio.

* Manejar. Seguramente es una boludez! Pero conlleva el cuidado del auto y su seguridad.

* Jugarme por algo o por alguien, ya que soy un escapista de gran calaña y abandono facilmente.

Entiendo que aún, como antaño, sigo teniendo notorios problemas de comunicación. Hoy día, siento que no agrado, que tengo defectos, tanto físicos como psíquicos muy perceptibles, y darlo vuelta o esconderlos, me cuesta un rábano cada vez más.
Con la postura nihilista que me concierne, mi autoestima es baja, pienso que no estoy a la altura del entorno, es como si hubiese dormido una gran siesta todos estos años, que cada tanto se manifiesta con una reflexión semejante o con alguna otra exposición de dolor.  Es decir, pese lo pese, mi experiencia fructífera es escasa en todos los ámbitos.

Siento que mi pecho se desinfló, y eso, aparejó mi caminar (si es que lo hay) cabizbajo y frustrante.

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