martes, mayo 03, 2011
Solo hay que caminar
Puedo adquirir el mandato de una manera metafórica o literal. Cuando transité en sendas negativas, o, realmente no tenía una orientación que me convenciera, bajé la cabeza y elegí caminar, a pesar de que, a veces, me estanco en lugares y en pensamientos oscuros.
Pero así es la rueda, es seguir caminando, por más que no sepa adonde estoy parado, amén que la misma gira, en la intrascendencia, en el entusiasmo y en la angustia.
Donde experimenté, en cada estado descripto, el extremo.
Bajo la euforia soy un ser pesado, que abusa de la verborragia fútil, exaltando el atropello al hablar y al relatar su estado; y que de mi rostro siempre dibuja una sonrisa; fortaleza, virilidad, hombría y potencia; pecando, un poco, de vanidad.
En la intrascendencia juego un perfil ambivalente, poca lucidez, indiferencia del que me rodea, timidez, introversión, solemnidad, una estructura que aparenta control o, a veces, sumisión.
En cambio en la angustia, rebrotan el resentimiento y la ira, donde creo que todo el mundo me perjudica y no puedo confiar en nadie. Inhabilidad para poder llegar a otro, a causa de verme ininteligible, inútil, aburrido, feo, etc; en definitiva, una total demostración de sensibilidad y vulnerabilidad, otorgando al prójimo el privilegio del desprecio y la humillación. Es por eso me contrapongo a veces me aparto de la gente, (sobretodo poco conocida) y otras me hundo en el fango, dejando que me humillen y me desprecien (para resaltar la ira y la impotencia).
Seguramente hay más estados, muchos matices y grises entre esta clasificación tan arbitrariamente marcada; en resumen, son los estadios recurrentes, en que creo transitar.
Algo tan simple como caminar, según los especialistas, es saludable. Es fácil, seguro y efectiva y no se requiere ninguna habilidad, adaptación o entrenamiento. El caminar vigoriza la capacidad física, mental y espiritual, fortalece el corazón, disminuye los riesgos de arteriosclerosis, además cuenta la posibilidad de generar endorfinas (alegría), bajar la ansiedad y reducir el peso corporal.
Caminar fue siempre mi salida ante momentos de tensión incontrolables, junto con mi aparato de música, hemos hecho frente a situaciones de ruptura o peleas de pareja, de impotencia ante cambios negativos, crisis, sensaciones de soledad, y, a menudo, resulto un positivo antídoto. Algunos dicen que caminar es el ejercicio ideal, y yo suscribo a esa idea.
Con un amigo, prácticamente, todos los 24 de diciembre, realizamos, a manera de celebración, una caminata que va desde el barrio de Caballito hasta la Plaza Devoto, de ida y de vuelta. Unos 12 kilómetros en total. Y realmente, califico, como un ritual positivo, ya que las reflexiones o los balances mientras andamos, suelen ser más lúcidos que encerrados en un lugar.
Por último, ilustro esta entrada con un tema de Cadena Perpetua, que fue la inspiración para la presente de este blog.
No hay un camino seguro
No existe una meta a la que debes llegar
El fracaso es el miedo, del nuevo milenio y no lo necesitas
La impaciencia te nubla todos los sentidos,
Es la desesperación del que nada en el río y nunca ve
tierra y ya no puede respirar
Corriendo una carrera absurda, solo necesitas soltar las
cosas que te anulan
Fácil y en silencio me voy llenando dentro de desprecio
Si no despierto rápido me muero, esto cansado de tanta ilusión
Fácil y en silencio me voy llenando dentro de desprecio
Si no despierto rápido me muero, esto cansado de tanta ilusión
Camino, camino, camino, camino, camino
Y se fue, y se fue, y se fue, y se fue
Llévate el premio consuelo, yo no estoy compitiendo
Ni tengo donde llegar
Las preguntas contestan, las respuestas molestan
Yo prefiero caminar, mañana se termina el mundo
Solo necesitas, seguir atravesando muros
Fácil y en silencio me voy llenando dentro de desprecio
Si no despierto rápido me muero, esto cansado de esta ilusión
Fácil y en silencio me voy llenando dentro de desprecio
Si no despierto rápido me muero, esto cansado de tanta ilusión
Camino, camino, camino, camino, camino
Y se fue, y se fue, y se fue, y se fue
No hay ningún lugar a donde deba llegar
Solo hay que caminar…
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