jueves, junio 17, 2010

Un año sin Fernando Peña


















Me pregunto por que tengo que recordar a alguien, cuya única comunicación fue cuando llame a su programa de Radio y el me dijo “Ayyyy Sebastián, coincidimos”. 
En este constante búsqueda de identidad, uno procura identificación y hoy en diversos programas de radio, comenzando por Diego Scott, Lalo Mir, Mariano Ripoll, Sebastián Waimraich y Elisabeth Vernaci, han sido mis interlocutores, ante mi atento oído hacia anécdotas de un tipo desconocido pero que no dejaba de sorprender.  A todos nos falta algo, porque la rueda gira, a Peña también le faltaba, pero particularmente me hubiese gustado tener la libertad, intensidad, inteligencia, la imprevisibilidad, la alegría, la apertura, la hombría, la creatividad y habilidad de Fernando. 
Es decir no sucumbir yo mismo en la mediocridad y en la enajenación.

Cuando pienso: “Que injusto, que no pueda tener novedades de alguien único y original”, es acentuar, indefectiblemente, la angustia, la necesidad (tal vez absurda) de escuchar a un tipo lúcido que te comunica algo en la radio. Porque para mi, Fernando Peña no era ni libros, ni teatro, ni farándula; era él y sus personajes profundos en la radio.  A mi me cuesta mucha energía escribir algo sobre mi, y él inventaba más de 10 historias propias de cada personaje, de los cuales podías odiar, darte lo mismo o quererlos.

Recuerdo la terquedad de Dick Alfredo y su “¿Y tú? Porque ganas 3000 pesos y manejas gente, ¿crees que tenés vida? Eres una mierda que el sistema te utiliza”.
Mario Sabino y sus enanos del jardín y sus tangos. Palito su inocencia, sabiendo que era un pibe chorro, Milagros Lopez que llegó a tener un programa en AM y las señoras mayores que iban a querer conocerla en la puerta de la radio.
Delia Dora de Fernandez que le hizo pisar el palito a Lita de Lazzari en Radio Kosiuko, diciéndole que hay que ponerle una bomba a las villas.
Roberto Flores, y su locura homosexual.
Martin Revoira Lynch y su irritante megalomanía, soberbia, y estupidez anglosajona

Las historias de él como persona, la libertad de agarrar el auto a las 7 de la tarde, irse a un pueblo, entrar en un bar, charlar con la gente y volverse.
Cuando alguien no tiene pelos en la lengua, que dice lo que piensa que no se adapta a etiquetas o a rótulos (que en Internet esta por demás), que sorprende, y además que cae bien a mucha gente, y realmente es referente.  Además de poseer un gran porte, experiencia en muchos otros trabajos y condiciones físico-deportivas admirables.

Hoy escuchándolo nuevamente por la radio (Radio Metro), sentí la ausencia y dejo este espacio de melancolía para recordarlo y absurda e ilógicamente mente seguir queriéndolo.

Dejo el link cuando escribi el dia de su desaparición fisica:
http://percho.blogspot.com/2009/06/gracias-fernando-pena-1963-2009.html

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