martes, enero 26, 2010

La leyenda del vivo y la boluda



Los conceptos a diferentes rótulos impuestos desembocan en una paradoja que pudiera ser real, la chusma instalada, los juicios de valores y diversas opiniones hacen que las palabras choquen a una realidad trasgiversada y de diferentes escalas de valores.
El hecho ficcionado al que puede chocar con una realidad, demuestra dos modos de vida diferentes, en el cual el sufrimiento y la carencia se encuentran más omnipresentes en la persona que crítica y no del criticado.

Un hombre de pasados los treinta años, como casi todas las noches mientras cena, focaliza su mirada y pensamientos en el aparato de televisor, y en un instante expresa vehementemente:
- No puede ser una mina tan boluda.
A colación de que una mujer le preguntaron: “Cual era la capital de Uruguay” y contestó “Punta del Este”.
El hombre se revolcaba de la risa, por las palabras de esta mujer, ya que se había ensimismado con ella, a partir de está afirmación, y repetía una y otra vez: “¡Que boluda que es!”. El sujeto sentía que poseía más sapiencia que ella, al saber quien era el vicepresidente, el ministro de economía y el gobernador de la ciudad de Buenos Aires, cuando “la boluda”, demostraba, por televisor, no saberlo.
Es así que todas estas equivocaciones hicieron que “la boluda”, sea trasmitida por todos los programas de chimentos o de archivo, que abundan, en la televisión del pais del hombre “vivo”.
Ella concurría a los mismos a demostrar su desconocimiento acerca de nombres de políticos, fechas patrias, lugares geográficos y demás conceptos importantes para el “vivo”, y los programas que alimentan el ego de este hombre “vivo”.

Pero adentrando a la vida del “vivo”, el sujeto es un señor que de lunes a viernes se despierta, casi todos los días, malhumorado porque el reloj le suena una chicharra estruendosa, antes que su sueño esté satisfecho. Además tiene que viajar en un subte como lata de sardinas; para entrar a su lugar de trabajo, minimamente debe permanecer de ocho a diez horas al día dentro de una oficina, por más que no tenga tareas para hacer, y sino preocupándose por temas serios y teniendo la presión de cumplir su trabajo diariamente, sin importarle a sus superiores que estado con que estado de ánimo y concentración haya ingresado cotidianamente.

Haciendo uso de su hipócrita amabilidad y agradabilidad a los chupasangres y trepadores que abundan en el lugar de labor, así como la débil comunicación con sus colegas, hablando o chusmeando acerca de los deportes, de los politicos, las peliculas y el estado y pronóstico del tiempo, murmurando ante las partes intimas de las féminas y dejando de la lado sus sentimientos y hasta su casi vacía vida propia, fomentando su represión y su inhabilidad de poder cambiar su estado actual.

En definitiva sus colegas conocen más de la vida de “la boluda”, ya que saben con quien tuvo relaciones, que dijo, que siente; mas que la vida del “vivo”; tal es así que jocosamente la descalifican y la humillan; cuando prefieren esconder su rutinaria vida y hablar de los defectos y debilidades de los demás.

Mientras tanto “la boluda” es contratada para formar el elenco del teatro de revistas, sin tener la virtud de bailar ni cantar bien, pero estas falencias captan a un público que paga la entrada y se rie justamente de sus errores; una pequeña porción le pide autografos a la salida del teatro y se sacan fotos junto a ella.

La boluda tiene un año exitoso, decide casarse con un empresario que pasa la mitad del tiempo en el exterior del país, y que cuando regresa le hace algunos pequeños favores por la noche.
Mientras tanto “la boluda” cumple sus sueños: cuidar su estética, obtener su centro de belleza, adquirir un departamento propio, tener una huerta, aprender idiomas, tomarse todo el tiempo que quiere para dormir, tomar sol, viajar y cumplir el sueño, que ella tenía, cuando tuvo el privilegio de presentarse en el mundo del espectáculo, con los simples hechos de: decir capitales de países errados y otras datos estadísticos, que no tienen validez, más que hacer reir al “hombre vivo”, así como desnudarse para una revista, realizar pequeños favores, pero a la vez cumplir cualquier fantasía sexual, lo cual “el vivo” tiene una gran acumulación de ratones en su cabeza, que sabe, tristemente que no va a cumplir.

“El vivo” seguirá despertándose de mal humor, criticando al gobierno de turno porque le sacan dinero de su bolsillo para cultura, deporte y esparcimiento, soñando con ganar la quiniela; tal vez tenga un título universitario, pero por su estancamiento y deudas jamás podrá dar su gran salto, y si progresa en el escalafón, más ajustada será la soga de la responsabilidad tendrá.
Los sueños del “vivo” siempre quedaran limitados por el tiempo y el cansancio; y el sufrimiento estará dada por su reiterada pregunta:” ¿Hasta cuando? ”.

“La boluda” se reirá de sus yerros, “el vivo” de los yerros de “la boluda”, pero la vida de este último será de mayormente rutinaria con más represión sufrimiento, carencia y mediocridad, que “la boluda”, a pesar que la segunda no sabe la capital de Uruguay.

lunes, enero 18, 2010

Una máldita entrevista laboral



Hace años que no me sentaba examinado de esta forma, la última entrevista laboral que sufrí por inseguridad fue hace más de diez años, esa vez también no daba pie con bola.
La cuestión es que la entrevista era vía Video Conferencia en comunicación a Brasil, la primera imagen que vi, en el plasma, fue un señor con rostro rígido y cuadrado y una mujer relativamente joven viéndome, en este artefacto, con sonrisas.

El señor comentó que la entrevista era en dos partes, una en inglés y otra en portugués, su rostros no me inspiraban confianza, en realidad, el acto de que tenga que balbucear frases en el idioma anglosajón, me irritaba, ya que nunca tuve pasión por el mismo, no sé si es por estar contra la corriente, pero jamás tuve facilidad de moverme con este lenguaje, ni tampoco la constancia para tener mayor solidez. En fin una de mis innumerables debilidades se ha manifestado en esta entrevista.

Luego de la primer pregunta, en la que contesté con un especie de libreto que me había aprendido de memoria, se le ocurrió hacer una segunda pregunta, y los rostros cambiaron: la chica dejó de sonreir y miró de reojo al señor, el señor mostraba señas de confusión, de extrañeza ante mi mal uso del inglés y ante el sentido de la pregunta, es decir, contesté algo que no me preguntó.
La charla prosiguió, mientras el señor hablaba, yo deseaba la finalización de la entrevista.
Luego el señor hizo énfasis de que tendría que mejorar mi inglés para poder comunicarme con gente Polonia y tener la seguridad de poder coordinarlos.
La segunda parte fue en portugués no me relajé para nada, ya mi cuerpo era un mar de sudor y mi mente bloqueada, llena de confusión y angustia, porque la repulsión ante mi mismo se acrecentaba, ya que cuando uno no es uno mismo, la intensidad se gravita y es por eso que uno fortalece su estado decadente.

Mi defensa fue la obsecuencia, la chica me preguntó si sería feliz cumpliendo la función de coordinador, y yo he contestado que sí; así también afirmé que no tendría problemas para mudarme a Sao Paulo; adicionando a lo que el señor me pregunto si podía dedicarle tiempo extra a mi fortaleza del inglés y cuanto tiempo tendría; volví a contestar afirmativamente y que no sabía el tiempo que tendría.

Mis deseos son distintos, yo decía a todo que “si” por el miedo de que mi trabajo de hoy, se terminé pronto, simplemente que la gente con la que realizo la labor me vea de una forma negativa. Aquí demostré otra debilidad, mi débil codicia, mi miedo al vacío laboral.

Cuando por fin culminó la entrevista, se me cayó el ánimo al subsuelo, a veces tiendo a presumir por los estados subterráneos, pero con más autovaloración a pesar de los externos, esta vez “los agentes de afuera” me desbarrancaron y yo no encontré manera para contrarrestarlo, sentí una gran depresión, angustia, intranquilidad y frustración; una parte de la realidad de cómo hoy estoy parado.

El hecho de que me examinen, que me miren de arriba, que tenga el poder para emitir un juicio y te lo hagan notar, hace que me vuelva más chiquitito e indefenso; sin duda, quedará como un mal recuerdo, del cual, puede aparecer o no, como secuela en la próxima entrevista.

Sigo dudando mucho en el plano laboral, será que no siento pasión por las exigencias diarias, pero bueno es lo que hoy me permite hacer cosas, mañana veré como me las arreglaré.
Nota = Que bueno el banco de imágenes de Google, la verdad me identifico con la ilustración

jueves, enero 14, 2010

30 km Lobos: Sol, lluvia, calor y lentitud


Luego de una noche de mosquitos zumbándome al oído, pero por suerte de a ratitos, me desperté en los Palotinos, una casa de retiro espiritual de Lobos, con un trato realmente cristiano.
Sin duda mostré lo peor de mi cuando cuento que corrí 100 kilómetros, como si fuese una proeza, y siempre pienso que de la forma que lo hago, lo puede hacer cualquiera: no mirar el reloj, cantando, solo la disciplina, pero si alguien es disciplinado en lo que concentra energía lo puede hacer en esto de correr. Volviendo, a mis supuestas hazañas, me siento irritable al escribirlo y al contarlo en el desayuno, aunque trato de aclarar lo que realmente me interesa.

Las 8 horas de la matina, lo encuentro a Claudio Maluendez, un ultramaratonista que está a cargo de la organización me dice que comienza 8 y media, aproximadamente.
En esa media hora, además de hablar con gente, observaba el cielo y sufría el calor.
Llegaron las 8 y media, caminé unos pasos para poner a los Violadores y comencé mi carrera a un lindo ritmo, al menos para mi, lo cual me permitía trotar y cantar algunos temas nuevos de los Viola. Fueron 5 kilómetros graciosos y con dejos de alegría, paro en el puesto y le tocaba a Juana la Loca.
En el trayecto campestre cada vez más repetido, me comenzaban a arder los cachetes y a pesar un poco las piernas del calor. Juana la Loca pasó desapercibida, hasta el punto que en el 9,5 km tuve que caminar, porque sentí el corazón en la garganta, acá ya fantaseé con abandonar, porque no corría una gota de aire, pero elegí caminar. En el 10 luego de mojarme y tomar mucha agua, me puse a Guasones, lo cual pude trotar 3,5 km y cinco temas, mi ritmo era lento, pero fue el trayecto que más troté de ahí en adelante.
En el 13,5 un señor amablemente mojaba a la gente con manguera, refrescaba, pero me había cansado de trotar, por lo menos eso sirvió para no insolarme.

El 14 siquiera lo pude realizar completo, porque sentí mucho cansancio. En el 15 bebí agua y el viento refresacaba ya que estuvo en contra, pero el sol me mataba, aunque con Turf pude correr unos kilómetros, hasta el 18,5 , parando en el 16,5, aunque corrí con los hits: “Cronica Tv”, “Casanova” y “Loco un poco”, luego hasta el 20 km, caminé mucho, otra vez el calor me envolvió.
Del 21 al 22 lo caminé, luego se largo a llover y con Cadena Perpetua y algunas canciones pude trotar otros dos kilómetros, esa era mi especulación, ponerme un número de temas para trotar, aunque la mayoría de las veces, no cumplía con lo esperado.
La lluvia fue intensa, y con gotas gruesas, despertó un tanto mi ánimo, pero no mi resistencia y fuerza; lo que me jodía era el barro ya que resbalaba seguido y no sabía por donde trotar.
En el 26, ya paró de llover y el grupo Smitten me iba a llevar a la meta, hasta el 29 camine y troté en pequeñas porciones. El tema “No me van a entender”, justamente, me arribó a la meta con un “Andalé”, el cansancio se hizo notar, y la verdad la energía se me escabulló en algún lado, porque en todo la carrera tuve muy poca, exceptuando los primeros 5 y el último kilómetro.Peor marca en tiempo de 30 km,: 3 horas 16’, una de las peores en velocidad de las 94 carreras que tengo, incluyendo ultramaratones, y rankea entre las 4 carreras de mayor ritmo por km: Famatina(50): 7’11’’ , Olavarria(100): 7’00’’, Monte(100):6’33’’ y Lobos(30): 6’32’’.
Un antiheróe con todas las letras, jajaja, un ejemplo a ignorar.

lunes, enero 11, 2010

Patos : 3ra. Generación

Padre


Los mamotretos de siempre




En la laguna




En el pasto



Tercera generación de patitos, eran cinco cachorritos, ahora son tres, esperemos que se desarrollen hasta no depender más de lo que haga la mamá, ya que es muy egoista.

miércoles, enero 06, 2010

¡Hey 2010! ¿Ya el 2010?


“El paso del tiempo es irreversible, pero si vivís cada momento a pleno estarás más cerca de la eternidad”, presagiaban los Auténticos Decadentes en una de sus canciones.
En el comienzo del blog adopté el calificativo de decadente, como un rótulo impuesto, y con el transcurso del tiempo siento que tengo que esforzarme un poco más para ciertas cosas, que al fin y al cabo conllevan el placer.
Es absurdo, pero me pegan los cambios de cifras, me envuelvo en el calendario gregoriano y por mis fechas aniversarios y son como pequeños pinches en que me sacuden y me dicen: “Mirá que estás mas viejo”, es cierto que no debería preocuparme esto, pero cuando choco con mis limitaciones, que se acrecentan en lo fisico y en lo mental, tomo conciencia de los años vividos.

Si bien todos este periodo, tuve pintes de decadencia y elevación, que de alguna forma me movilizaron, en el recorrido me ubiqué, en su mayoría, en estados automáticos, de repetición y de cierta quietud. Estas etapas, o momentos que fueron (o son) prolongados, me llevan a no tener nada que contar, porque, a menudo, mis experiencias, se basan en lo controlado y no tanto en lo alocado.
Culmino disfrazado de un sujeto común y corriente, por no desarrollar ciertos niveles de excentricidad y creativo, concluyendo en que el disfraz empape mi realidad, convirtiéndome finalmente en una persona timida, sumisa, introvertida, civilizada, quedada, callada, respetuosa y costumbrista, teniendo un dejo interior de incomodidad por reprimir la rebeldía hacia lo aparentemente previsible. Aunque internamente difiero o no tengo expresión hacia la maqueta que te dan los noticiarios de los medios de comunicación, de ciertos parámetros para angustiarte o alegrarte, sin dudas, tengo alexitimia, es por eso que me aburren casi todas las conversaciones de mi entorno, y es muy forzoso cuando emito opiniones, no suele haber ni sentimiento, solo una supuesta adaptabilidad.

En fin, comienzo la década un tanto primitivo a la tecnología, no encuentro ventajas en la total dependencia de las comunicaciones virtuales, sean por celular o por Internet, hablo como un ser dócil en su totalidad, como estos recursos actúan con omnipresencia para la mayoría de mi entorno, pero igual hay ventajas, como tener el privilegio de escribir y tengas el juicio de gente, mas o menos, anónima, del cual puedo intercambiar opiniones sobre un escrito. Es por eso que tengo cierta atracción en los blog y en los foros, pero no en los medios de comunicación dinámica, en el primero puedo tomarme todo el tiempo para leer y releer una confección, o una opinión, o lo que sea. Al fin y al cabo Internet es un gran invento, no voy a ir renegando de esto.

Saliendo del tema, confieso que quiero mucho mi pasado, es mi historia y es inevitable no pensar en él, mis proyectos siempre fueron a corto plazo, pero este año tiene que haber algunos cambios de proceder, ya que estoy muy dejado con respecto a la vida misma, al desorden que tengo en casa, a la confusión que me genera realizar las mismas muchas actividades que realizo, y seguir en la senda del des-dramatismo a las cosas que no puedo realizar, pero jugar con la ironía por ello, ya que me sienta bien el papel del desastroso, del imperfecto, del rebelde, del feo, del ignorante, del rencoroso; como defensa de que puedo ser desconcertado y vulnerado con cualquier discurso coherente y con fundamento, porque a mi las opiniones balanceadas me pueden y me acallan, ya que las propias tienen agujeros por todos lados.

La verdad que no sé que me vaticina este año y está década, cada año o cambio de cifra le puse el rótulo que quise o rescaté los momentos que no fueron neutros, que estuvieron asociados a sentimientos extremos y no de cierta rigidez, porque mi normalidad suele ser rígida. Lo que sí espero que comience a construir mi sapiencia para poder resolver cuando carezca de las necesidades no básicas, es decir, las propagandistas relacionadas con el confort, con la apariencia y con la ostentación; así como también jugar a lo que quiera la gente o el exterior, más allá de que pueda coincidir o discernir, en vez de usar la intolerancia o la ira ante el receptor, usar un disfraz de aceptador o de identificación, a la gente le suele encantar que le digan: “coincido en lo que decis”, después si te he visto no me acuerdo, hablo en situaciones de reuniones.

Comienzo el año con este escrito confuso, con mucha actividad fisica pero aparejado al bajo rendimiento por calor, dolor y desmotivación; con trabajo, que me canso de su rutina horaria y que no hay muchos cambios ni muchas perspectivas,
El devenir o decadencia comienza, después no digas que no te avisé.

lunes, enero 04, 2010

Mis tres décadas - Tercera parte (Los 2000's)


La década del 2000, sin duda, en la misma donde la evolución tecnológica, sobretodo en el tema de comunicaciones: canales de TV, Internet, celulares, etc.
Con respecto a Internet, la sociedad se puede entretener bajando música y peliculas, enviando tarjetas de cumpleaños, para navidad, o cualquier festividad, en donde varios sitios te hace el diseño y la persona coloca algún mensaje; jugando en red, con redes sociales tipo Factbook, myspace o aplicaciones de chat como el MSN, entre otras.
En definitiva, en el final del 2009 me siento realmente como desactualizado en esta rama, y lo más triste es que no sobresalgo en otros aspectos, entonces me cuesta adaptarme a esta nueva generación, desplazándome a través de su fácil receptividad y ser funcional a la gran gama de herramientas para poder sobresalir.

En fin, pero volviendo atrás el 2000 comencé histérico y gordo, una vez salí a correr a Parque Centenario y me esguincé, hasta julio, era un sedentario que jugaba a los jueguitos de computadora y trabajaba. Luego me apunté al gimnasio, como dije en julio, y ahí re-comencé una especie de carrera deportiva del cual no dejé.
En el 2001 tuve un viaje a Brasil, lo cual comencé con conocimiento al alcohol y al sexo, pero también una inestabilidad emocional grande, me sentí débil, tal es así que es uno de los peores años que viví. La constante comparación con la gente, hacía que me angustiase y entre en un círculo vicioso a partir de ese sentimiento.
Los 2000’ están ligados a la plenitud y práctica sexual, al coger por placer, al dejar todo en la cama, y recibir una de la más grandes sensaciones como el orgasmo y lo que conlleva a eso. Si bien tuve fiascos (no conexiones), le estoy sumamente agradecido a muchas personas que liberaron mi cabeza, y con las cuales pude desnudar y disfrutar de mi mente y mi cuerpo. Experimente con variedad de mujeres, además de estar en pareja, de cual es otra cosa, más allá de esta actividad.
También conocí la obsesión, el morbo, pero todo desembocado en la experiencia de conocimiento sexual y, por que no: en el goce.

Los 2000’ están relacionados con el deporte, el correr maratones y usar viajes con la excusa de rodar alguna de estas carreras, y conocer lugares que jamás hubiese ido a visitar, sin dudas sumó, para esta década construí una nueva forma de alegría, como la de correr y cantar (o por lo menos trotar mientras escucho las canciones que elijo).
A la vez fue la década de la música, al poseer medios de almacenamientos tan grandes, mis incorporaciones musicales, sobretodo nacional, ya que le estoy un tanto en contra a algo que no entiendo la letra, ha sido otra excusa para alegrarme. Me inscribí con un profesor de guitarra, en realidad dos, con el primero aprendí nada, con el segundo poco, pero le puso onda a mis falencias musicales, y eso que tengo pasión, pero lamentablemente no nací con oído musical, y seré un eterno principiante.

También la década de incorporar conocimientos filosóficos y literarias, me faltan armas para concentrarme, pero he leído más de cincuenta libros, a lo largo de ella. Un ritual donde me sentí cómodo, fue el café con leche con un libro, diario o revista que me incorporaba conocimiento, y mis pensamientos los tomaba o no.

La sapiencia, inteligencia y sabiduría, en esta década, quedo postergada, espero que para está próxima, ya que estoy limitado en muchos aspectos, principalmente por el tiempo vivido y que te tomen de viejo choto.

Lo que sí no niego que estuve lidiando entre los opuestos, entre la sumisión y la independencia; entre la agresividad y la serenidad; y cualquier otra antinomia.
Cada concepto claro, fue cuestionado y dudado por mi, incluso si era de mi procedencia.
Esta década, supongo que fue bastante versátil y a la vez rutinaria, pero supongo que mi vida, en general, es así por temor o por la necesidad de control.
Ahora acabó la década y se viene un devenir ya que mi mentalidad tiene mucho menor edad al tiempo transcurrido, es por eso que tendré que, tal vez, que fortalecer la reflexión, para desembocar en una sapiencia útil, al menos una propia.