El viernes 12 de junio, en su entrevista con “Lilita Carrió”, la presidente de la coalición Civica le pregunto al conductor de radio de “El Parquimetro”, Fernando Peña, si sentía bien. “Amanecí muy mal” contestó Fenando.
Durante la entrevista lo manejo como pudo, pero no perdió jamás la lucidez y la coherencia en preguntar y opinar, mientras se contenía las ganas de vomitar y los retorcijones de dolor.
Peña murió dolorosamente, justamente por la resaca de sus excesos, y por las defensas bajas en el cuál sobrevivió a diferentes recaídas, que comenzaron desde la portación de HIV, siguió con un linfoma, problemas renales, neumonía, desembocando en un cáncer que lo dejó finalmente sin vida el día miércoles 17 de junio del 2009.
Peña es uno de esos tipos que marcan épocas, comenzando por desdramatizar la condición sexual de las personas, los tabúes, los prejuicios y las visiones en contra de la ética y moral hipócrita que propone el sistema en estos causes, un tipo que dice muchisimas cosas al tener el poder del habla en un programa de radio y usarlo con una peligrosa liberta.
Particularmente, como espectador de su programa de radio, encontré a un tipo que admiré y que me resultaba insoportable a la vez (por su terquedad y agresividad). Era inmensamente activo en vida, e inmensamente práctico y creativo en mezclar diálogos entre 6 o 7 personajes de su autoría.
Dick Alfredo y su “graffiti” me hizo ver cuanto puedo reirme de lo mierda que son mis hábitos y seguir adelante, a pesar de esa mirada quasi realista de ser una persona media con una rutina estructurada, asfixiante y represiva.
Roberto Flores me enseño de cuanto se puede graficar un tipo “muy loca” , y jugar con ello con todos sus defectos y a pesar de eso encariñarme.
Además tuve carcajadas del despotismo y racismo de Martín Revoira Lynch, de la ridiculez de La Mega, de la desfachatez y estrechez de Palito, de la moral y etica de Sabino; donde cada personaje manifestaba un lado perverso y tierno a la vez, que en definitiva era lo que formaba la identidad de Fernando Peña.
De él aprendí mucho ideologicamente, y seguiré haciéndolo por su apertura y desestructuración de temas como la elección sexual, la libertad, los prejuicios, los mandatos morales, los deberías o tendrías, que el respeto pasa por dejar ser a la persona y no por querer ser amable o agradable a pesar de ello.
El le dio vuelta de tuerca a todo esto y lo expresaba tal cual es. Un tipo que es su trabajo no tenía que tener diplomacia y tenía la libertad de decirle Pelotudo a cualquier oyente, a pesar de la aceptación o no de cierta parte de la audiencia
En definitiva, voy a extrañar la voz de Fernando y sus personajes por la radio, dejándome en el balance un doloroso vacío, captando como un referente de creatividad, de lucidez, de trasgresión, de intelectualidad y de inteligencia.
Durante la entrevista lo manejo como pudo, pero no perdió jamás la lucidez y la coherencia en preguntar y opinar, mientras se contenía las ganas de vomitar y los retorcijones de dolor.
Peña murió dolorosamente, justamente por la resaca de sus excesos, y por las defensas bajas en el cuál sobrevivió a diferentes recaídas, que comenzaron desde la portación de HIV, siguió con un linfoma, problemas renales, neumonía, desembocando en un cáncer que lo dejó finalmente sin vida el día miércoles 17 de junio del 2009.
Peña es uno de esos tipos que marcan épocas, comenzando por desdramatizar la condición sexual de las personas, los tabúes, los prejuicios y las visiones en contra de la ética y moral hipócrita que propone el sistema en estos causes, un tipo que dice muchisimas cosas al tener el poder del habla en un programa de radio y usarlo con una peligrosa liberta.
Particularmente, como espectador de su programa de radio, encontré a un tipo que admiré y que me resultaba insoportable a la vez (por su terquedad y agresividad). Era inmensamente activo en vida, e inmensamente práctico y creativo en mezclar diálogos entre 6 o 7 personajes de su autoría.
Dick Alfredo y su “graffiti” me hizo ver cuanto puedo reirme de lo mierda que son mis hábitos y seguir adelante, a pesar de esa mirada quasi realista de ser una persona media con una rutina estructurada, asfixiante y represiva.
Roberto Flores me enseño de cuanto se puede graficar un tipo “muy loca” , y jugar con ello con todos sus defectos y a pesar de eso encariñarme.
Además tuve carcajadas del despotismo y racismo de Martín Revoira Lynch, de la ridiculez de La Mega, de la desfachatez y estrechez de Palito, de la moral y etica de Sabino; donde cada personaje manifestaba un lado perverso y tierno a la vez, que en definitiva era lo que formaba la identidad de Fernando Peña.
De él aprendí mucho ideologicamente, y seguiré haciéndolo por su apertura y desestructuración de temas como la elección sexual, la libertad, los prejuicios, los mandatos morales, los deberías o tendrías, que el respeto pasa por dejar ser a la persona y no por querer ser amable o agradable a pesar de ello.
El le dio vuelta de tuerca a todo esto y lo expresaba tal cual es. Un tipo que es su trabajo no tenía que tener diplomacia y tenía la libertad de decirle Pelotudo a cualquier oyente, a pesar de la aceptación o no de cierta parte de la audiencia
En definitiva, voy a extrañar la voz de Fernando y sus personajes por la radio, dejándome en el balance un doloroso vacío, captando como un referente de creatividad, de lucidez, de trasgresión, de intelectualidad y de inteligencia.
Por supuesto que desde ya agradezco su existencia.
Hola, soy Fica, de Plenitud. Me encantó la nota sobre Peña. Muy bueno tu blog, segui asi.
ResponderBorrarMuy buena la nota de peña! falta que la gente que tiene material grabado de el, videos y audios los comparta! por favor si vos tenes algo o conseguis algo que no haya en la red subilo o a taringa o al emule, yo estoy haciendo mi aporte de todo lo que poseo. Saludos!!!!
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