viernes, julio 25, 2008

Ultramaratón en Rumipal - 50 km




La largada me sorprendió hablando con Marcelo Muzyka sobre la prohibición de correr con música es muchas carreras en Estados Unidos.
Se me hizo muy difícil el primer kilómetro ya que había una subida larguisima que recorre el centro de Villa Rumipal, en la bajada de vuelta trate de respirar mejor y llegar contento al segundo kilómetro. Decidí poner en mi MP3 cinco temas de un grupo/solista y uno de cualquiera (es decir iba corriendo con bloques de 6 temas), es que entonces Intoxicados y Calamaro me acompañaron en la primer vuelta, que no crucé en forma óptima, es decir, sentí de alguna forma los primeros 10 km que realizé en aproximadamente.

La idea eran bloques de dos grupos cada 10 km, lo cumplí exceptuando la última vuelta.
El camino fué casi todo de tierra, lo cual, me hizo acordar a la reserva ecológica.

"Sponsors" sonó en el kilómetro 13 y las dobladas de los tres retomes que tenía la carrera se hacían difícil, igualmente yo cantaba tranquilo. Mi pensamiento era cuando me iba a sacar la manga larga de debajo de la remera de corta, pero no tenía calor y seguía pensando cuando me iba a sacar la remera. En el 18 me encuentro con Daniel Hernandez y apostabamos quien iba a ganar la carrera. Yo decía que ganaba Avila, ya que lo conozco, el decía que ganaba Rivero, los dos perdimos en los pronósticos finalmente.

Cruce el 20 con cierto cansancio en 51’, comí algo y Dany en el 21 me dejó atrás sin que lo pudiera alcanzar y sin ganas de hacerlo. Aquí ya empezaba a ver como corrían los de 8 km y comencé con los saludos a Gerardo, a Silvia y a la esposa de Fernando (la Rusa), en el 25 le preguntó a Rosa si Florencia estaba corriendo, y es así que en el 27 la encontré. Particularmente no canté mucho, si algunos gritos de algunos temas, pero el saludo y el aliento a los que me cruzaba no cesaba.

La Tercera vuelta la culminé en 53’, lo que me sorprendió es que Avila realizó la cuarta vuelta en 2 horas 34’ ( es decir 40 kilómetros) y le llevaba a 400’ a Reyes. el viento me hizo pelota en el kilómetro 31, en el 32 me tome un Alikal y ya la nausea se apoderaba de mi, ayudada por el viento en contra.

“Turf” y Rivero me ayudaron a seguir en el 33 y medio. Hasta que “Siempre Libre” y “Loco un poco” me hicieron alcanzar a Rivero, que iba tercero en la competencia y me llevaba 10 km de ventaja. Le di Gatorade, y realmente me molestaba que corriera atrás mío, ya que el es mucho más veloz que yo, recién en el 37 se despegó, porque paré para caminar.
La cuarta vuelta la culminé en más o menos 54’, pero pasando a mucha gente; pero venía lo peor.

Llegué con ganas de vomitar y mareado al kilómetro 40, mi idea era correr y parar cuando se me subía todo.
Corrí atrás del colombiano, y caminaba, y luego corriendo lo alcanzaba o lo pasaba, pero volvía a caminar. Me faltaba fuerza y equilibrio. En el 45 me alienta Jorge Rivero con un “Que estás escuchando? ” “Juana la Loca”…Yo medía lo que me faltaba como vueltas a la Pista del Chacabuco. Cuando Daniel entraba al 49 (y yo salía del 46) tuvimos una charla por una apuesta que perdimos ambos, se lo veía muy animado. Los últimos dos kilómetros resultaron lentisimos, y el colombiano aceleró y yo caminaba y corría poco.

Llegué blanco como Freddy Kruguer, y casi me desmayo, la última vuelta resultó en 1 hora 2’. La verdad esta carrera no pude disfrutarla y aprendí que si no estoy 9 o 10 puntos no puedo hacerme el loco. Sin duda se debe a mis limitaciones físicas, porque la cabeza me dice “corré” siempre.

Pero bueno hay carreras que disfrutó, otras me fortalezco, y otras me ganan por goleada, pero no dejó de estar conmigo y de compartir con otros la alegría que me causa correr, aunque haya un periodo de tiempo que las pago. Cada carrera es un desafío(no del lado estoico) en la que lo paso bien conmigo mismo y la mayoría de los que me rodean.


La foto de Freddy en Pesadilla 50

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