Comenzó el 2008

Encerrado en una oficina, y asado de tanto calor exterior. Destruido por dormir mal, pegoteado y malhumorado, comenzó el 2008. Un año que se vaticina algo gris, muchos problemillas de antemano, por ejemplo la degradación de mi madre, que está intratable cada vez que las vemos.
Mi hermano y su internación, algo más quedado y medicado.


Harto de la gente y del trabajo, con miras a cambiar, pero con poca idea de modificación, solo un examen para certificarme de no se qué y con muy poca visión del futuro, solo una vida circular que tiro para adelante o pospongo, aunque en realidad hago de ella una rueda, pero con el detalle de que el tiempo me degrada aún más, me avejenta.


Gente, por medio de la comunicación incomunicada, fomentamos, comodamente, la fe y la esperanza; lo bueno sobre lo malo; la felicidad ante la desdicha.
Me doy cuenta que la canción “Color Esperanza” no existe, la vida duele y detrás del dolor está el goce, y vuelve el dolor y así gira la rueda.
Observo que entre las personas se compite y se aniquila, más que ser generosa. El altruismo o filantropía tiene mucho de mercantilista.

Descreo de la gente, aprendí a descreer a partir del tiempo vivido. Todo es crítica gratuita, y estándares televisivos.
Además, descreo de mi mismo, de mis críticas y mis nulos emprendimientos, soy vulnerable, adaptable y manipulable, aunque demuestre u ostente lo contrario.

En el final del 2007 le dije “adiós” a todas las virtudes, ahora soy chiquito, con menos neuronas, pero con sueños e ilusiones que chocan con el absurdo.

Para el 2008 quiero: música, deporte, equilibrio, pensamiento auto-reflexivo, creatividad (que en el 2007 fue prácticamente nula), quiero inmiscuirme alguna forma de arte, lo mío solo es una mala repetición; y minimizar la relación con la gente (no me simpatizan las muchedumbres, ni las masas; no quiero tener un millón de amigos), quiero ir cada tanto al lugar donde nadie me pueda molestar (eso si, unas pocas veces lo consigo).

En el 2008 tengo en mente muy pocos proyectos personales, mucho riesgo y un tanto grande de incertidumbre.
Lo comienzo con mucha debilidad, algo de angustia y desequilibrado. En definitiva humano, demasiado humano.