El “Jaque mate, te canté”, justamente al 2007 y al año deportivo; aunque los quantum de energía son mínimos, la maratón de Mar del Plata me despidió de las carreras.
Empezó todo a las 8 de la mañana del domingo dos de diciembre del 2007, cuando el disparo de largada me tomó por sorpresa, mientras hablaba con una corredora conocida de años.
Con una salida desprolija, ya que me ubiqué en las últimas ubicaciones, me concentré a esquivar gente que tenía un ritmo más lento del que yo proponía. El kilómetro 1, ni lo noté, si empecé a escuchar y cantar tímidamente “Eres para mi” (J. Venegas), para empezar a concentrarme únicamente en la música y buscando mi cadencia. El sol comenzaba a sentirse más caliente que la caricia de Buenos Aires. Divisé un pelotón guiado por un tal Pablo Diaz Los seguí unos pocos kilómetros, pero no me daban las piernas, me sentía un tanto duro físicamente.
Al pasar el kilómetro 4, sonreí con el tema de Turf “…Aquella gaviota sobre el mar”, tratando de conectar, justamente, con alguno de estos pájaros, cuya comunicación fué un éxito.
Mucha gente alrededor, ya que también se corrían 10 km y media maratón.
El festejo o momento más lúcido fue, cuando escuche la canción de Estelares que tiene un párrafo que dice “...si quieres nos vamos a Mardel, a navegar o al Hermitage”. Y justamente pasaba por el hotel 5 estrellas, llamado Hermitage y no paraba de señalarlo. Pasando este hotel se aprovechó un poco la sombra por unas cuadras, ya que en el cielo hubo huelga de nubes.
En el puesto de agua de 10, ya me empezaba a mojar y las canciones eran dedicadas al mar, y balbuceaba “Voy cruzando el mar como los peces” o “Mi deseo es envolverme en agua salada” y así sucesivamente. Un sujeto caminando y derrotado me dijo: “Tengo calor no puedo correr”. Veía pasando de frente a muchos amigos que corrían 21 y les quedaba menos de 6 km . A mi me restaban como 27, aún.
Dos señores se reían de mi, y me señalaban el mar: “Allá está el mar, allá está el mar”. Yo le respondí con: “No, cambié de canción, ahora canto Mariposas”.
Finalmente entré a Camet y todos los que venían de allí (del kilómetro 18,3) saludaba y me saludaban, desde el puntero hasta el que me llevaba 500 mts, lo cual yo hice lo mismo con los más resagados.
En el 18,3 comí una naranja y el calor se hacía sentir. Los temas más cantados fueron “Aire” de Estelares y “La Vida” de Bulldog, donde balbuceaba vehementemente: “…Y así, yo, que conocí el dolor, el sufrimiento me tocó. Aún sigo, estoy vivo”, lo cual pude pasar la media en 1 hora 50 minutos. Me sorprendió mi lentitud, eso demostraba que mi cuerpo está limitadísimo.
El kilómetro 26 y pico, ya estaba en plaza España y me esperaba una vuelta más de 16 kilómetros aproximadamente. Paré, caminé unos metros para tomar el gel, y salí a rienda suelta pero estaba bastante cansado y algo harto del sol. Por suerte en el kilómetro 28 vino Florencia en bicicleta y me dio Gatorade, esto hizo que tenga 4 kilómetros espectaculares con El Bordo, Cadena Perpetua, Estelares y Turf. En el 32, ya entrado en Camet, paré a tomar un poco más de Gatorade y “Pasos al Costado” me dio concentración.
“Porque mi generación, hoy se caga en tu opinión” le grité a Gerardo Ré. Grité otra canción a Daniel Hernandez, que fueron los únicos dos que me sonrieron o me dieron bola, los demás estaban concentrados en no sufrir de más.
Al volver, ya en el 34, camino unos metros comiendo una naranja. Y en el kilómetro 36 alcanzo a Matias y Richard nos saca una foto en plena carrera. Carlos siempre sonriendo. Ludmito que no daba más del calor, Fernando cansado de que Famatina le pasó factura.
Yo que me mojo con el agua provista de Florencia que me soportaba los gritos, ya que no cantaba más.
Del 36 al 42 fueron un calvario. No solo el sol me mataba sino que ya sentía como pequeños calambres en el tricep y debajo del glúteo. Los temas musicales solo me guiaban para tratar de correr, pero jamás cumplía el objetivo de hacerlo bajo un tema entero. Muchos corredores cambiaban de ritmo porque ya llegaban, yo me preservaba para no llegar destrozado y tener más problemas de salud.
El kilómetro 41, luego de empaparme con agua, realicé 300 metros caminando y los últimos 900 corriendo, mientras escuchaba primeramente,“Alma gemela” del Otro yo, y con un dolor en el pecho me dispuse a hacer el último esfuerzo con “Jaque Mate” cantando el estribillo; y jugando con amigos y la gente que me alentaba. Llegué con tres arcadas, un vómito y con muchísimo rencor al DIOS SOL, ya que no quería sentir más sus rayos, cuan tremendas espinas en mi cabeza.
hola percho
ResponderBorrardescubri tu blog gracias a la pagina de la FS. me gusta, ademas llevas la friolera de casi 3 años! joe voy a necesitar tiempo para leerlo todo ;) bueno, yo tambien tengo un blog de tematica parecida aunque quiza tiendo mas a la depresion. pasate a ver que te parece
un abrazo, te seguire leyendo
Yo que no sé nada de velocidades x distancia y esas cosas de ustedes los corredores, me distrigo enormemente con el tono musical que le pones a tus carreras. Me encanta las personas que tienen música en su vida como tu.
ResponderBorrarUn besototote, perchito♥
me distraigo*
ResponderBorrarBesos! egocéntrico jajaja.
Muak♥
Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarFeliz Navidad y lo mejor del 2008!!!
Uyyy que es eso que veo por aquí? me has vuelto a colocar piernas... y brazos!
ResponderBorrarYa ves? al final va ser que te vas a tener que subir fotos más a menudo, por aquello del 11avo mandamiento.. digo! jajaja
Besos Percho.
Saludos y siempre gracias.