En un clima hostil, húmedo y sofocante por la baja presión me reuní junto a miles de personas en Diagonal Norte y Florida, a dos cuadras de Plaza de Mayo para largar la media maratón de Buenos Aires. Me ahogaba y me ofuscaba de estar en presencia de tanta gente en la largada.
Largamos y muchaspersonas, con sonrisas en sus rostros, agitaba los brazos, por si alguna cámara de algún medio los registraba.
Antes de ingresar en el kilómetro dos, todos los corredores delante de mí, cortaron camino y no viraron en la curva que tenía que hacerlo, yo me sentí el único honesto, ahí está la razón de por que no sigo a la manada, que después se vanagloria por uno o dos segundos más rápidos.
Mi sudor hacía que la remera se me pegué a la piel, me sentía incómodo y con calor, pero en el kilómetro 4 me acomodé con una canción de Attaque 77 donde, MacSee me hacía callar. Estos kilómetros fueron musicales. Uno se me puso a cantar a Charly o Mercedes Sosa: “Nace una flor todos los días sale el sol”, yo reí. Al llegar al número 7, otro me dice que “Cantá una que sepamos todos”, yo le digo que me gusta Turf y, mientras tanto, aplaudía con “Cuatro Personalidades”.
En el kilómetro 10 esperaba agua para hidratarme, obtenía Gatorade que me secaba la boca, en el 11 hubo agua, pero no pude llegar al vaso. Me acomodé a un ritmo, ni se cual, pero “Al vacío” de la banda uruguaya NTVG me hizo salir un poco de la carrera y me ensimismé.
En el kilómetro 14 grito “nuestro kilómetro”, ya que en los sueños es “el borracho”. MacSee me comentaba que en el cruce había hecho dos metros menos (42,191 km) y que después, en vez de ir para adelante fue para atrás, y por eso, sus amigos, no dejaban de burlar de él, porque nunca cruzó la meta.
El 15 al haber gatorade y servirme ¼ de un vaso de 250 c.c., se me vino el alma el piso y las fuerzas comenzaron a decrecer. En el kilómetro 16 en una cuesta, me sorprendí lo lento que la subí, y eso que práctico subida en cuestas, pero no tenía técnica y me sentía resignado con la carrera. Observaba como algunos asistentes de corredores le daban botellas de Agua, yo las miraba como el más divino tesoro.
Largamos y muchaspersonas, con sonrisas en sus rostros, agitaba los brazos, por si alguna cámara de algún medio los registraba.
Antes de ingresar en el kilómetro dos, todos los corredores delante de mí, cortaron camino y no viraron en la curva que tenía que hacerlo, yo me sentí el único honesto, ahí está la razón de por que no sigo a la manada, que después se vanagloria por uno o dos segundos más rápidos.
Mi sudor hacía que la remera se me pegué a la piel, me sentía incómodo y con calor, pero en el kilómetro 4 me acomodé con una canción de Attaque 77 donde, MacSee me hacía callar. Estos kilómetros fueron musicales. Uno se me puso a cantar a Charly o Mercedes Sosa: “Nace una flor todos los días sale el sol”, yo reí. Al llegar al número 7, otro me dice que “Cantá una que sepamos todos”, yo le digo que me gusta Turf y, mientras tanto, aplaudía con “Cuatro Personalidades”.
En el kilómetro 10 esperaba agua para hidratarme, obtenía Gatorade que me secaba la boca, en el 11 hubo agua, pero no pude llegar al vaso. Me acomodé a un ritmo, ni se cual, pero “Al vacío” de la banda uruguaya NTVG me hizo salir un poco de la carrera y me ensimismé.
En el kilómetro 14 grito “nuestro kilómetro”, ya que en los sueños es “el borracho”. MacSee me comentaba que en el cruce había hecho dos metros menos (42,191 km) y que después, en vez de ir para adelante fue para atrás, y por eso, sus amigos, no dejaban de burlar de él, porque nunca cruzó la meta.
El 15 al haber gatorade y servirme ¼ de un vaso de 250 c.c., se me vino el alma el piso y las fuerzas comenzaron a decrecer. En el kilómetro 16 en una cuesta, me sorprendí lo lento que la subí, y eso que práctico subida en cuestas, pero no tenía técnica y me sentía resignado con la carrera. Observaba como algunos asistentes de corredores le daban botellas de Agua, yo las miraba como el más divino tesoro.
En el 17 me sentía afiebrado, quería parar, pero cambié de plan bajando el ritmo y concentrándome en la música, de acá al 19 me agarraron ataques de pánico, ya que el tránsito estaba casi librado, rezaba para que no me atropellen, además los rostros asesinos de los conductores más sus bocinas estruendosas, hacían que mi fobia crezca más. Al llegar al 20, insultó al que me da el vasito de agua, diciéndole que era una “mierda”, el abastecedor me dice: “¿Que querés que haga?”.
Ya no me importaba cambiar de ritmo en el último kilómetro, saludo a Leonardo y Eduardo focalizándome en ellos y no en la llegada. Arribo con desazón y con una bajisima presión.
¿Tienes en tus manos el poder de la honestidad? y lo haces saber... al tener tu un poder,
ResponderBorrar¿Debería yo temerte?
Saludos.
Un gusto, kt.
ResponderBorrarNo me considero honesto, por no haber cortado camino. Es más hay actos mios que son inmorales para esta cultura.
Mientras tanto, kt, calculo que no soy quien para decirte que "deberías". Igualmente no me llevarías el apunte, jajaj.
Saludos
Uhmmm probablemente es que le otro significado a esto:
ResponderBorrar..."todos los corredores delante de mí, cortaron camino y no viraron en la curva que tenía que hacerlo, yo me sentí el único honesto, ahí está la razón de por que no sigo a la manada, que después se vanagloria por uno o dos segundos más rápidos".... seguro que si jajajajaja
Créeme que por cuestión de semántica no entendí eso de "no me llevarías el apunte", seguro me lo explicarás luego, no? Que tampoco soy tan mala para no merecer tu explicación! jajaja
Saludos.
Lo que quiere decir es "no hacerme caso"
ResponderBorrarUhmmm muy acertadas entonces tus palabras... que me va más llevar la contraria jajajaja
ResponderBorrarPERCHO! que dia fue ese... dejó muchos heridos, unalastima que empresas como Amaison, todavia se encarguen de carreras, ojalá que se logre hacer algo con respecto a la falta de respeto que fue esa carrera para los corredores...
ResponderBorrarLa verdad Amaison fue la cabecilla de la responsabilidad, si bien es un rumor. Dicen que prometió tal plata y a ultimo momento le dijo que no habia, refiriendome a los puesteros.
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