viernes, septiembre 28, 2007
Masacre de Patagones : 3 años "El Odio también es un sentimiento".
Hace exactamente tres años, un alumno de la escuela Islas Malvinas, disparando una nueve milimetros asesinó a tres compañeros e hirió a cinco más, algunos de gran gravedad.
El chico extrajo la arma a su padre y después, de aguantarse tanto desprecio y descalificación por ser retraído, por tener un grano en la nariz y por su incapacidad de defenderse, acumulo odio mortal a lo cual descargo en forma furtiva contras sus "enemigos".
El periodismo hizo incapié de que era algo inexplicable. Seguro que los periodistas no tuvieron una adolescencia tormentosa y cruel.
Describen las sensaciones de los familiares de como eran los chicos muertos. Lo bueno que eran, y se revuelcan en es partido.
El chico asesino está encerrado en un internado de máxima seguridad.
¿Cual sería ahora las sensaciones del chico, después de cometer concientemente este delito? Relado, desahogo, que pudo por fin sacarse de encima tanto asedio y tanta burla. En vida la sociedad toma como normal este tipo de descalificación y ahora que sucedió esto, solo el periodismo, los medios y la gente en general se queda en que está mal de la cabeza.
Si, está bien, pero los que se burlan de alguien distinto despoticamente. ¿Estan bien de la cabeza? ¿Es una picardia de adolescentes ? No, para mi no. Los que se creen "lideres" para burlarse me parecen perversos.
La verdad es que identifico en el sentido marginal del chico. En la adolescencia acumulé mucho odio a través de mi fisico. Me decían "Poca Vida" por lo flaco que era, y no sabía defenderme ante las burlas, no tenia herramientas para hacerlo.
No tenía éxito con las mujeres, a pesar de mis deseos. Me han despreciado cruelmente y este odio creció y se instaló, es como si a veces re-flotara como si tuviera memoria.
Hoy trato de reparar, y por suerte tengo más tacto para hacerlo, el gran odio enebrado en esta época. Pero fueron cuatro años en los que me sentí como este chico y con ganas de matar a alguien.
Dejó un link de la Nación lo cual muestra la opinión de la gente y responsabilizan a los padres. Cuando sos marginado, te da verguenza hablar de la marginación, en serio.
http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota.asp?nota_id=844483
jueves, septiembre 27, 2007
Pepsi Music: Dia 5
Llegué a las 18:30, me comí un pancho y vi 90 Sapos, banda que no conozco y que no me gustó como sonaba.
Luego llegó Smitten, previo a la pelea de un sujeto que esperaba a "Las Pelotas" que decia que era una falta de respeto a Pappo, apreciación que no estoy de acuerdo.
En su corto set de 7 temas, tocaron sus tres cortes del nuevo disco, y otros temas que no conozco, cerrando con una combinación de Desconfío y Cielito lindo, está última con el copiando a lo que hace Divididos.
Después le llegó al turno de Bulldog, si bien tengo solamente el último disco. La puesta de escena de este grupo Punk-Rock, fué magnifica, la voz del cantante principal, el sónido y la fuerza de la banda me impresionó. Tocaron algo así como 45'.
Luego le llegó el turno de La Mancha de Rolando, banda que reemplazó, según mis gustos musicales, a Los Caballeros de la quema. Me gustó mucho como sonaron temas como El chino, y Cabrón con invitados como Gillespie y Fidel Nadal (improvisando un solo muy divertido).Los músicos tuvieron mucha complicidad con el público y en general buenos temas. Lo único que no destaco es la demagogia que hicieron previo a "Arde la Ciudad", revolviendo la dictadura militar y generalizando a todos los militares, concepto que no coincido : la generalización.
Después me fuí, ya que a Las Pelotas no me lo trago (no me gusta y no lo voy a descalificar son músicos y admiro tal profesión).
martes, septiembre 25, 2007
Pepsi 2007: Infinitas posibilidades
Durante 10 dias en Buenos Aires, en el Club Ciudad(al aire libre) o en Obras Sanitarias(adentro) se celebra una serie de recitales de muchas bandas de acá y del exterior; cuyo contenido varía considerablemente pasando por varios estilos y alternativas musicales. Me gusta ser público, aunque cansa muchisimo estar tantas horas parados, el olor a porro y peor aún el olor a tabaco.
Mi presencia, hasta el momento fueron los dias 2 y 3 en el Club Ciudad de Buenos aires(asisteré también el 5 en Obras y el 9 en Ciudad).
La verdad me genera mucho entusiasmo presenciar este tipo de conciertos, porque veo músicos y la música, para mi, esta ligado muy estrechamente con la alegría.
En el dia dos comenzé viendo el grupo Rosal, que no conozco y tiene su lado progresivo y lirico. Canta una chica desgarbada pero con muy buena voz.
Después vimos a Estelares, grupo que si lo conozco y me gusta. Cantaron ocho canciones, invitaron al ex-integrante de árbol(Eduardo Smith) a tocar el violin en "Ella dijo". Cantamos todas las canciones.
Luego fue el turno de La Portuaria, donde cantó en mayor parte de su repertorio, sus hits de los 20 años con la música.
Más adelante vimos, en uno de los escenarios alternativos(no masivo) un grupo de Rock llamado Franzo, que rockeaba muy bien y además contaba con una señorita que realizaba muy buenos coros.
Culminé mi asistencia con el grupo oriental(uruguayo) No te va a gustar. Gran set de canciones, mi momento más emotivo fue cuando cantó "Al vacío", tema aparejado con el desamor y el odio.
La gente, en general, tranquila. Sin avalanchas y con buena tolerancia ante grupos que no se tomaba partido(raro en los públicos argentinos).
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En el día 3
Comenzó mi gira con Super Ratones. Antes de eso tuve que vender una entrada, y le dije a la persona que entrará conmigo, pero el chico me dijo: "¿Vos escavias?", "No gracias, pero la entrada es cierta" y entré.
Volviendo a Super Ratones, fue un recital tibio, ya que no fueron fanáticos de esta banda. En un momento los adolescentes se retiraron del escenario, porque llegaba el cantante de Jovenes Pordioseros, es ahí que se amontonaron solo a sacar fotos. La verdad un simbolismo y endiosamiento que nunca apliqué y que no me identifica.
Luego vi a Ella es tan cargosa, un grupo que hace canciones y tiene muy buena poesía en la misma, me gustó muchisimo, a pesar de que solo tocaron 6 canciones.
Lo más bajo que vi, fue luego: a Jovenes Pordioseros, una banda que admira a los Stones, pero que copia en un gran devenir a los Ratones Paranoicas. Letras agresivas y de caracter destructivo; como por ejemplo "El dia que me muera quiero que escavien y tomen cerveza". En un momento el cantante se sube por lo peldaños de construcción del escenario, unos 15 metros. Y se balanceaba sostenido de un palo. Me daba verguenza ajena, y me sorprendió la convocatoria para verlos. Sin duda es una de las peores bandas que vi en mi vida.
Luego llegó el turno de Pier, una banda que respeto pero que hay canciones que me parecen pesadas para mis oídos. Lo cual vi la mitad de su recital.
Llegó el turno de Guasones, que tocaron alrededor de 50 minutos y aquí si me tragué las avalanchas del público. El recital fue algo tibio, pero safó.
Y la frutilla del postre fue Intoxicados, que sin dudas, admiro a su cantante Pity Alvarez, por su frescura, ternura y simpleza. El tipo que imparte que valora el tiempo antes que el dinero, que habia tantas buenas peliculas en la tele, que para verme a mi. Muy buena mezcla de electrónica, con rock y con vientos. Simulando a Pink Floyd en "Felicidad, depresión" y a los Beatles en "Una señal". Muy buen juego con la gente y mucha ternura.
Como luego se presentaba Molotov, lo tuvieron que echar del escenario, sino seguían tocando.
No me quede a ver a Molotov.
El ambiente estaba muy denso, muchos estupefacientes, se veía desde alcohol hasta heroína. Pero sali a salvo, aunque bastante cansado por tanta masividad.
viernes, septiembre 21, 2007
Ayyyy la primavera
La primavera está ligada oscuramente a mi adolesencia, donde en la escuela secundaria me sentía sumamente marginado por mi estado físico, por mi fealdad, por mi actitud y por ser desagradable a los ojos y no captar la atención de ninguna mirada.
Decían que era el dia del amor, para mi estaba aparejado con el odio, sobretodo a la abominabilidad que sentía con respecto a las adolescentes mujeres.
Yo anhelaba, intentaba, deseaba pero no concretaba el cariño de estas mujeres que me ignoraban y despreciaban mis anhelos. La canción "el jorabadito" de los Auténticos Decadentes sonaba en mi walkman, como la de los Caballeros de La Quema "Primavera Negra".
Chicos felices con su picnic, lo único de todo eso que me gustaba era los partiditos de fútbol que se armaban en Palermo o algún parque conocido.
Si bien es un día lleno de alegría y reuniones; de amor, de compañerismo, de juegos y de alcohol, este último paradojicamente para actuar mas osadamente. En este mundo se cree asociar el alcohol en la diversión como única forma de hacerlo. Por eso tanto alcohol y tanto viaje de su ser. Pero está bien, esporadicamente lo suelo hacer.
Sin dudas mis recuerdos de primavera se basan en una adolencia marginada y despechada, además de alergia y de mocos.
Para terminar dejo la letra de un tema escuchado en mi en la adolescencia, por un grupo de rock que seguía usualmente, liderado por Ivan Noble: "Caballeros de la Quema". El tema es Primavera negra.
La noche se arrastra como leprosa
carnes ajadas con sudores de alcohol,
todos los dados están cargados
y cada esquina es una timba...
los barrios pueden ser trincheras
cuando la guerra viene en frasco chico
y hay una música que no se acuesta
(música de manos vacías)
Primavera negra.
(hay muchos que quieren engordar)
Primavera negra.
(rumores de alcantarilla)
(música de manos vacías)
Un matadero en cada semáforo
y vacas flacas esperando luz verde
la calle se abotona hasta el cuello
para acunar mejor el cuchillo...
Con la espalda contra la pared es más fácil tirar la piña
los asesinos nunca amagan
no doy un peso por esta calma...no doy un peso
Primavera negra.
miércoles, septiembre 19, 2007
Maratón Binacional 2007: "¿Que necesidad... ?"
Corría el tiempo, variaba el lugar y el país cotidiano (Salto, Uruguay) y según el reloj eran las 8 horas de un 16 de septiembre del 2007. Con mi remera amarilla debajo, y la musculosa celeste de la organización superpuesta. La música de fondo de “carrozas de fuego”, largamos más de un centenar de “locos” hacia Concordia – Entre Ríos. La primer canción que sonó en mi MP3 fue “Difícil”(Los Piojos) y anticipaba justamente mi carrera. Primer kilómetro, primera cuesta en curva, me decía por mis adentros: “No me puede costar tanto”; es así que, en los primeros 1000 metros, sufría. Por el lado izquierdo, al llegar al kilómetro 3, me abraza Gerardo Ré, que iba junto a otros dos, y me dice: “Se viene el estallido”, pero yo estaba escuchando “5 minutos más –minibar-”(Calamaro). Tiraba un par de frases, pero estaba un tanto agitado, el tiempo realizado hasta ahí era 15:01, y por ende, al no sentirme cómodo, bajé el ritmo, notando que los demás, sí iban más cómodos.
Guillermo Federico me despertó en el 4,5 km, le dije sobre la canción que cantaba ”…estoy cansado, mis piernas se doblan y caeré…” (Adicta). “Ah que linda canción” me dice y se va a hacer el ritmo que llevaba.
A partir del kilómetro 5 ya cantaba más seguido. Jorge, el compañero de varios turnos, decía que “se distraía”, hasta que no me soportó y siguió. Yo le daba a “…muévete, pierde el control y después llevamé de aquí…lejos”. Se me acerca un grupo de 4 corredores, que hablaban entre ellos y ya me miraban con rostros sufridos, pero creí que los alentaba; era mentira los estaba aturdiendo. Aconsejaba la canción “Más grande son, pero también caen más fuerte” (Nonpalidece). Asociaba este párrafo con las cuestas.
Estas cuatro personas se juntaron con Jorge y siguieron allí el ritmo, volví a estar solo en doscientos metros de ruta. Del 11 al 14 costaron mucho, pero “la extraña calma” (Mancha de Rolando) me bajó los decibeles.
Al borde de la represa (kilómetro 16) gritaba algo así como “…Qué decís que no vas a gritar si te encanta…” (Turf), justamente lo dije gritando. La represa con los temas “Natural” (Babasónicos) y “Mirando el cielo” (tema power de Cadena Perpetua) me alojaba en el ambiente y en mi comportamiento.
Paso la aduana y el km 21 con una frase que festejé “…no te puedo guiar, yo sólo me dejo llevar”. Festejé mi media maratón con un gatorade en cartoncito.
Lo observo a Roberto que me aviva con “Vamos Seba” y entramos a la ruta del bosquecito que va del 21 y pico hasta el kilómetro 25, comenzaba mi levantada.
Relojeaba a cada uno de los que pasaban de frente, cantaba cada vez más: “Regala el corazón” (Mancha de Rolando), gesticulando y todo. Laura, que me sacó una foto, y la gente de SST alentaba. Yo cantaba más fuerte y con más ganas.
Al pasar el 25 canto junto a un chico que me dio agua “Se fue al cielo” (Intoxicados). A esta altura cantar era más importante que el ritmo y mis piernas. Los mejores kilómetros 27 y 28, primero paso a Jorge con la frase “El dolor ya no hace mal…” (El bordo) y “Alma gemela” (El otro yo). Me tomé el primer gel en el 28 mientras la dupla Babasónica de canciones largas, “Trance Zomba” y “Misericordia”, aplacaban mis ritmos. En el kilómetro 30 mi reloj marcó “2:35:41”.
Los últimos vociferados fueron 3 temas de Turf, comenzando con “Loco un poco” y terminando con “Vil metal”, donde resalté la palabra METAL.
Llegando al 33 recibo pasas de uvas (esperaba agua), pero me estaba dando cuenta que tenía sensaciones de frío. Si bien algo ya sentía, se hicieron fuertes y mi piel se “engallinaba”. La presión baja empezaba a pesar.
En el 34, que contaba con una cuesta infernal, exploté de ira. La música no era mi compañera. Jorge me pasa y yo camino. Mi agotamiento era tal que creí que no iba a volver a correr. “Ocho kilómetros caminando”.
Acá me enojé conmigo diciéndome que en la semana subestimé la carrera, porque entrené las tres disciplinas como si fuese una semana normal. Mi cuerpo lo sentía y yo pensaba: “¿Que necesidad hay de seguir sufriendo?; ¿Que necesidad hay de llegar? ¿Qué necesidad había de correr esta maratón, habiéndome castigado tanto? ¿Qué necesidad hay de tener dolor cuando podía haber tenido placer? ¿Qué necesidad hay de permanecer de mal humor?”.
El estomago se revolvía, mis piernas no tenían nada de fuerza, la espalda y los hombros punzaban más y más, los ojos se hacían chiquitos, mi mirada se nublaba y mi rostro expresaba un elocuente sufrimiento; pero lo peor que los kilómetros no pasaban como antes.
Fueron 5 kilómetros que alternaba entre correr y caminar. Cada vez que corría lo hacía con un ataque de ira, cada vez que caminaba lo hacía con resignación.
Recuerdo que, por cada aliento, metía excusas como: “Me duele la espalda”, por suerte la organización estuvo siempre para contenerme.
En el 37 se me acerca un tipo en bicicleta que no cesaba de decir: “Vamos, vamos”, yo llegué a repetir lo mismo, pero deseaba que se vaya, me generaba cierta responsabilidad, al menos para exclamar “Vamos, Vamos”.
“…o acaso ver tu espalda correr, lejos de mí que como un extraño. Como un extraño voy…” (Estelares). Esta canción y esta frase me despertó, casi al llegar al 39, “La razón que te demora” (La renga) opacó los pensamientos negativos y al grito de “Ya” (Villanos) crucé la meta, disfrazándome de contento, para que Florencia me fotografíe, aunque la náusea se extendería varias horas más.
jueves, septiembre 13, 2007
Patito Feo: El mensaje dual.
De lunes a viernes, en la pantalla televisiva de un canal de Bueno Aires, se emite “Patito Feo”, una serie apuntada principalmente a los niños, pero que cualquier adulto se puede entretener fácil y cómodamente.
Patricia (o Patito) tiene que resolver un complejo existencial de saber si su padre es realmente el ex novio de su madre. Lo cual no se valora la protección del personaje, sino se quiere plasmar si su sangre pertenece a él. Se valora más está razón frívola y científica que el sentimiento paternal y filial que dos personas parecen tener.
Patito no tiene los dotes de belleza en que los medios enaltecen. Es por eso, que resaltan esto más su bondad.
Pero a la vez, Patito quiere cumplir su sueño, compitiendo con otros grupos de cantantes y queriendo ganar para que cantar le sea redituable. Por eso es que estos dos grupos, que luego describiré, compiten en todos los programas de competencia que el canal televisivo posee. Bondad más competencia, no sé si es una buena combinación, ya que contentarse de ganar y de que pierda el rival, sin que ganen todos, es una dualidad.
Los dos grupos determinados son: “Las populares” y “Las divinas”.
“Las Populares” liderado por Patito, demuestran ternura, amistad, simplicidad y unión, pero a la vez fealdad, sumisión y humildad.
“Las Divinas”, liderado por una gran actriz que caracteriza a Antonela, demuestran egocentrismo, belleza, ostentación, vanidad, codicia y orgullo. Su líder posee actitudes soberbias, autoenalteciendóse y autoalabandóse con frases, como por ejemplo, “Yo soy una estrella innata” o “A mi me toco ser bella” o “Estás triste, lo lamento, no me corresponden tus tristezas” o “Si te miré es porque tuviste suerte”, etc.
Los autores subrayan notablemente estás separaciones y llevan a la comedia infantil a un grado muy entretenido.
Ahora la televisión de hoy día repercute a la mayoría de los que la consumen. Así como a la gente se le pegan apostillas como: “Chan”, “Cuac”, “Plin” o “Plan”.
Los niños, con respecto a esta serie, toman partido. Y adivinen a que grupo quieren pertenecer…¿Adivinaron?
Bueh, las niñitas quieren pertenecer a las divinas, donde se creen Diosas, soberbias, vanidosas y ambiciosas. Si bien el programa imparte el mensaje de que es mejor lo de adentro. Los pequeños seres humanos prefieren ser “lindos y vanidosos”, más allá de todo.
Así es como los medios nos presenta a la ostentación, y formas de llevar a la belleza y cuanto poderosa es. Por eso cada vez más observamos en innumerables opciones las operaciones quirúrgicas. Esto hace que el ser humano mediático sea intolerante con solo ver el cuerpo de un determinado ser, subestimando la vejez y sus “defectos” físicos, teniendo como modelos de belleza determinados cliches.
Es así que concluyo que el mundo, cotidianamente, solo usa el sentido de belleza para ostentar. Y la ostentación esta ligado con el narcisismo y el deseo de omnipotencia que en esta característica se apareja.
lunes, septiembre 10, 2007
Media maratón de Buenos Aires: Otro fiasco
En un clima hostil, húmedo y sofocante por la baja presión me reuní junto a miles de personas en Diagonal Norte y Florida, a dos cuadras de Plaza de Mayo para largar la media maratón de Buenos Aires. Me ahogaba y me ofuscaba de estar en presencia de tanta gente en la largada.
Largamos y muchaspersonas, con sonrisas en sus rostros, agitaba los brazos, por si alguna cámara de algún medio los registraba.
Antes de ingresar en el kilómetro dos, todos los corredores delante de mí, cortaron camino y no viraron en la curva que tenía que hacerlo, yo me sentí el único honesto, ahí está la razón de por que no sigo a la manada, que después se vanagloria por uno o dos segundos más rápidos.
Mi sudor hacía que la remera se me pegué a la piel, me sentía incómodo y con calor, pero en el kilómetro 4 me acomodé con una canción de Attaque 77 donde, MacSee me hacía callar. Estos kilómetros fueron musicales. Uno se me puso a cantar a Charly o Mercedes Sosa: “Nace una flor todos los días sale el sol”, yo reí. Al llegar al número 7, otro me dice que “Cantá una que sepamos todos”, yo le digo que me gusta Turf y, mientras tanto, aplaudía con “Cuatro Personalidades”.
En el kilómetro 10 esperaba agua para hidratarme, obtenía Gatorade que me secaba la boca, en el 11 hubo agua, pero no pude llegar al vaso. Me acomodé a un ritmo, ni se cual, pero “Al vacío” de la banda uruguaya NTVG me hizo salir un poco de la carrera y me ensimismé.
En el kilómetro 14 grito “nuestro kilómetro”, ya que en los sueños es “el borracho”. MacSee me comentaba que en el cruce había hecho dos metros menos (42,191 km) y que después, en vez de ir para adelante fue para atrás, y por eso, sus amigos, no dejaban de burlar de él, porque nunca cruzó la meta.
El 15 al haber gatorade y servirme ¼ de un vaso de 250 c.c., se me vino el alma el piso y las fuerzas comenzaron a decrecer. En el kilómetro 16 en una cuesta, me sorprendí lo lento que la subí, y eso que práctico subida en cuestas, pero no tenía técnica y me sentía resignado con la carrera. Observaba como algunos asistentes de corredores le daban botellas de Agua, yo las miraba como el más divino tesoro.
Largamos y muchaspersonas, con sonrisas en sus rostros, agitaba los brazos, por si alguna cámara de algún medio los registraba.
Antes de ingresar en el kilómetro dos, todos los corredores delante de mí, cortaron camino y no viraron en la curva que tenía que hacerlo, yo me sentí el único honesto, ahí está la razón de por que no sigo a la manada, que después se vanagloria por uno o dos segundos más rápidos.
Mi sudor hacía que la remera se me pegué a la piel, me sentía incómodo y con calor, pero en el kilómetro 4 me acomodé con una canción de Attaque 77 donde, MacSee me hacía callar. Estos kilómetros fueron musicales. Uno se me puso a cantar a Charly o Mercedes Sosa: “Nace una flor todos los días sale el sol”, yo reí. Al llegar al número 7, otro me dice que “Cantá una que sepamos todos”, yo le digo que me gusta Turf y, mientras tanto, aplaudía con “Cuatro Personalidades”.
En el kilómetro 10 esperaba agua para hidratarme, obtenía Gatorade que me secaba la boca, en el 11 hubo agua, pero no pude llegar al vaso. Me acomodé a un ritmo, ni se cual, pero “Al vacío” de la banda uruguaya NTVG me hizo salir un poco de la carrera y me ensimismé.
En el kilómetro 14 grito “nuestro kilómetro”, ya que en los sueños es “el borracho”. MacSee me comentaba que en el cruce había hecho dos metros menos (42,191 km) y que después, en vez de ir para adelante fue para atrás, y por eso, sus amigos, no dejaban de burlar de él, porque nunca cruzó la meta.
El 15 al haber gatorade y servirme ¼ de un vaso de 250 c.c., se me vino el alma el piso y las fuerzas comenzaron a decrecer. En el kilómetro 16 en una cuesta, me sorprendí lo lento que la subí, y eso que práctico subida en cuestas, pero no tenía técnica y me sentía resignado con la carrera. Observaba como algunos asistentes de corredores le daban botellas de Agua, yo las miraba como el más divino tesoro.
En el 17 me sentía afiebrado, quería parar, pero cambié de plan bajando el ritmo y concentrándome en la música, de acá al 19 me agarraron ataques de pánico, ya que el tránsito estaba casi librado, rezaba para que no me atropellen, además los rostros asesinos de los conductores más sus bocinas estruendosas, hacían que mi fobia crezca más. Al llegar al 20, insultó al que me da el vasito de agua, diciéndole que era una “mierda”, el abastecedor me dice: “¿Que querés que haga?”.
Ya no me importaba cambiar de ritmo en el último kilómetro, saludo a Leonardo y Eduardo focalizándome en ellos y no en la llegada. Arribo con desazón y con una bajisima presión.
viernes, septiembre 07, 2007
Ultramaratón en Monte : Niebla con mezcla de extasis.
Niebla, una visión limitada, me hacía pensar las palabras que el director de la prueba, Guillermo Roldán, había dicho: “Primero se corre con la cabeza, luego con las piernas y al final con el alma”. Este alimento que parece una trivialidad, se instaló en mi cabeza para poder encarar el nuevo desafío.
Me afectaban los nervios y el frío.
Con un ambiente casi oscuro y nebuloso, largaron, casi un centenar de mentes y cuerpos, a disfrutar este nuevo desafío.
El primer tema musical que me alcanzó, para completar poco más de un kilómetro, fue el de La Mancha de Rolando: “Siempre esperando”. Costaba acomodar el ritmo y mi voz para gritar o cantar, todavía no había arrancado.
En el kilómetro 3 corro a la par de Cecilia Morales, Chien y Silvia Díaz. Aquí empiezo a balbucear “...lento, como se mueve la sombra, en el trópico, yo caigo” de Babasónicos. Se armaron las parejas Chien y Cecilia Morales a 50 metros de Silvia Diaz y yo. Así hasta el kilómetro 7, donde el pelotón se formó con: Silvia Diaz, Cecilia Morales y un uruaguayo que tenia una inscripción en la espalda de “Rutero 06’” y el escudito de su país. El primer momento Pity fue con “De la guitarra”, “Reggae para los amigos” que dice “…con este humilde ritmo, les digo: los admiro y necesito”; y finalmente “Lo Artesanal”. Comenzaba a disfrutar y cantar más, para el mal de los oídos de los que me acompañaban.
“Solos y solas”, de Villanos, me dio la despedida de la primer vuelta de 11 kilómetros. Pasé el arco con “5 minutos minibar”(Andrés Calamaro) graficando con mi mano los cinco minutos en al aire y agazapándome. Ya no sólo bailaba sino que hacía morisquetas. Sólo me hidraté con el agua que proveía la organización en los puestos 6 y 9,5.
La niebla seguía en curso, pero concordaba el ambiente con la canción “…y los gallos anticipan que amanece en la ciudad…” (“Carmen” de Ella es tan cargosa). Al cruzar un puente se podía ver a un cisne blanco, acurrucado entre los pajonales. El olor aquí era a pescado, en ciertos lugares se hacía menos soportable; pero todo crecía al ritmo: las canciones y la euforia. Tres puestos de hidratación para esta vuelta en la que consumí un Gatorade en el medio y agua en los otros dos. Ya había recorrido 22 kilómetros y Silvia y el Rutero se habían bancado casi dos vueltas con mis alaridos, más con temas como “Magia Blanca”(Turf) que cada vez que lo escucho, expresó : “Que buen tema”. “Feliz” (Estelares) fue la canción que me inició en la tercer vuelta: la que menos canté. Tenía temas del grupo Gran Prix con que me dejaba llevar en el recorrido.
En el kilómetro 28 tenía frío, por ende, en el puesto pedí sopa, y tardaron en dármela porque me la tenían que servir, sacar el vasito, sacar la cucharita, etc. Me desesperé y dije: “Dámela así nomás”. Aquí paré para tomar la sopa, comer membrillo y tomarme un gel. Silvia Díaz y el rutero me dejaron. Aquí me cruzo a Yeritano y a su amigo. Lo que me pareció curioso es que, a partir de la segunda vuelta, había un sujeto que corría un tanto (a un ritmo loco) y luego paraba para caminar. Yo creía que cuando me escuchaba cantar salía espantado y mi teoría estuvo acertada; el hombre me lo confesó luego. Era de MDQ y correrá un spartathlon a fines de Septiembre.
En el 29 me dije con la cabeza: “Transmitiendo desde el kilómetro 29, desde la laguna de Monte, con arboleda protectora, Cronica TV…” terminando el tema Crónica TV (de Turf). Pasé el 30 en 2 horas 32’ y moneditas.
En el momento “Uh Uh” de la carrera (al ritmo de “Simpatía por el diablo”, pero por diversas canciones entre Turf, Juana y Azafata), lo saludo con una gran sonrisa a Gerardo Ré que me dice: “Aguante La Renga”.
La cuarta vuelta comenzó, sin niebla y con sol, con el segundo momento Pity y el estallido de la euforia: “Cuanta mierda” (Un tema muy pesimista, pero lleno de gritos y locura). Silvia Diaz no correría más a la par mío, ya que se quedó un poco por una molestia; y el rutero 06 estaba extenuado. Luego siguió con “Felicidad- depresión” y su postura:”Estoy en contra de las religiones”. Los del puesto dijeron que estaba re-chapita y Florencia me comentó que la frase expresada anteriormente se escuchó a una cuadra de distancia. “Está saliendo el sol” cerró la trilogía con una sonrisa, y con “bajo un sol feliz” (Violadores) comencé a peregrinar la cima del éxtasis. La dupla turfera: “Cuatro personalidades” -con aplausos incluidos- y “Yo no me quiero casar”, me hizo pasar a Elisete (que llevaba 11 km menos que yo) y a Marcelo Muzyka, que corría los 100. Recién en el 37 me adelanté sobre él. ¡¡¡Que aguante!!!
A 100 metros de llegar al puesto del kilómetro 39, grito “sopa”, y por suerte esta vez la tuve lista cuando ya arribé al mismo. Con el tema “D-Generación” ,del primer disco de Babasónicos, se terminó la euforia y comenzó mi devenir. Pensaba mientras sonaba “…a punto de caer…cuando todos besan preferís morder” (Juana) que me quedaban 10 km. Estoy cansado, me cuesta cantar; aquí es adonde el alma empieza a jugar, tal como premeditó Guillermo Roldán el día anterior.
Concentradísimo y con muchos deseos de caminar, realicé los 4 km corriendo (del 40 al 44). La música me absorbía, como bien dice Adicta: “Hace tiempo que mi cuerpo sabe que mi mente no entiende nada…”. En el kilómetro 42 tuve una inyección de ánimo de 8 personas que me aplaudían, no sé si por cantar o por correr. Les devolví un “No necesito amarte…” (Villanos).
En el 44 caminé para tomar un gel. Mi tenacidad me hizo volver a correr. Me sentía con sensaciones de náuseas, pero mi euforia sobrevivía, por lo menos, para saludar o balbucear alguna frase. En el 45 “el colo” Martinez dijo mi nombre y apellido y que ya estaba, ya llegaba.
En el camino al 46 tenía la sensación de que me hubiesen pegado dos trompadas en la cabeza, dejándome groggy. Pero di con los puesteros y con el Gatorade que Florencia me proporcionó. Me fijé el reloj y el tiempo transcurrido era 3 horas y 58 minutos. Fantaseaba con caminar los 4 kilómetros restantes.
Pero ese Gatorade y, sobre todo, el tema que dice:” Soy un error, un gran error, vine fallado y a todos les pido perdón, PERDON” (Villanos) -el “perdón” en mayúsculas que fue por mi grito-, me llevó nuevamente a re-comenzar con el ritmo, pero alertándome que la náusea estaba al acecho.
El último kilómetro lo hice en parte con los ojos cerrados, ya que la “luz de marfil” que Los Piojos me proporcionaba me trasladaba a cierto estado cósmico. Así fue que con los brazos levantados, manifestándome ultra-sensible, abracé a quien se me cruzaba en el camino y me emocioné. ¿Raro no?
miércoles, septiembre 05, 2007
La contracultura hippie : La era psicodélica
Luego de las guerras, en donde hay millones de muertos y destrucción, donde, para mi, nadie gana y pierden todos; a pesar que los poderosos creen hacer entender lo contrario.
Volviendo al tema, después de las guerras, clandestinamente, la gente se reúne a reparar el daño, para que no vuelva a ocurrir una situación similar.
No es casualidad que al terminar la primer guerra mundial, la corriente existencialista se enfocaba en la sensaciones individuales y terrenales y no en lo enajenado y divino. Así se puso en voga el término "conciencia" y la valoración del humano como ser. Obviamente que el territorio, la codicia, el dinero, la desesperación por obtenerlo también aparejó otras ideología donde se postulaba que la guerra traía la paz: Una gran mentira.
Luego de la segunda guerra, el deseo de bienestar de mucha gente se fortalecía. En Estados Unidos, mediante el uso de politicas ecónomicas que fortalecian el bienestar economico general(consumo), hacian que la gente pudiera acceder al mercado muchisimo más fácil; adquiriendo, cada persona, casi todos los bienes materiales que se proponía. Es por eso que el espiritu de lucha se adormeció y entró en un largo letargo (que duró más o menos una década), haciendo a la gente más burguesa y comodidad. La industria creció a pasos agigantados, así como los valores se renovaron, lo que antes simbolizaba status, se volvía moneda corriente
Paralelamente, muchos de los jóvenes rechazaban está boragine de superconsumo y superconfort masificado, además resaltaban la paz anteponiendose contra la guerra de Corea. (¿Cuando no? el poder imperialista en guerra).
En ese marco, en esta década, muchos jóvenes comenzaron a ensayar experiencias no convencionales. Consideraban mediocre y aburrido el mundo “burgués” e iniciaron una búsqueda hacia una vida espiritual y en contacto con la naturaleza. A toda esta búsqueda e iniciativas de los jóvenes, se la comenzó a conocer como “movimiento hippie”. Aquí se rectificó el concepto de automata humano o máquina humana.
Nace el movimiento hippie, el cual le interesaba cambiar toda la sociedad a través de los cambios de la familia, la rebelión juvenil y la revolución sexual. Una especie de regreso a los primitivos griegos cuando iban al monte Atos a celebrar fiestas bacanales (siglos antes que naciera cristo).
Los hippies querían profundizar sus sentidos, anhelaban placer y no lo que la sociedad cómoda y conservadora ofrecía.
Se reunían en cómunas y sin establecer ninguna jerarquía, contraponiendose con la sociedad burguesa.
Desarrollan una nueva forma de expresión donde todo aquello que produzca efectos sobre los sentidos, llámese anfetaminas, LSD, marihuana, alcohol, constituye un proyecto explícito de protesta contra los valores preestablecidos de la sociedad capitalista, sin medir netamente las futuras consecuencias.
El consumo de drogas es también un medio de consolidar un lugar y de desprenderse de cánones sociales inmersos en prácticas ritualistas conservadoras; ante todo, se trata de una transformación cultural.
Los conservadores temían por el fin de la civilización. La música era el ícono de reunión, todas las bandas de moda, se asociaron a esta cultura psicódelica; pasando por los beatles hasta los Beach boys. Incorporando rituales budistas y afros. Cada concierto era un sin fin de personas en estado de extasis y orgásmico. Jimmie Hendrix lo demostraba cada vez que tocaba, a base de estupefaciente, en un escenario. Las culturas pregonaban que era mucha más beneficioso convenía sentirse libre y drogado que amargo y civilizado.
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El icono hippie suele caracterizarse con un hombre de pelo largo y barba mucho más larga que lo considerado “normal” para la época.
La mayoría de la sociedad de la época, consideraba estos “pelos largos” como una ofensa, o como sinónimo de suciedad, o cosa de mujeres.
El hecho de usar el cabello largo, para ambos sexos y su forma particular de vestir, actuaba como una señal de pertenencia y una muestra de su actitud contestataria y contracultural.
Otras características asociadas a ellos fueron:
- Ropas de colores brillantes.
- Ropas desteñidas.
- Camisas largas, polleras largas, pantalones con botamanga tipo “pata de elefante”.
- Ropas indias o africanas.
- Símbolos como la flor o dibujos de los aborígenes americanos..
- Muchos se confeccionaban su propia ropa como protesta ante la cultura consumista.
- Tolerancia hacia la homosexualidad y la bisexualidad.
- Amor libre: traducido en un rechazo a la institución del matrimonio y una conducta sexual contraria a las imposiciones de las Iglesias o el Estado, que eran vistas como intromisiones a la vida personal.
- Uso de drogas: marihuana, hachís, alucinógenos como el LSD, etc.