jueves, agosto 09, 2007

Mal momento













El tiempo transcurre, lo externo a veces cambia. Todo oscila en una vorágine que, a veces, no es fácil de llevar. Ciertas situaciones cambian, pasan, y simplemente transcurren.

Me parece que la gente es adicta a los números: sea tiempo, dinero, medida bustial, coeficiente mental, etc etc. Por eso me callo y no hablo mucho y no es por timidez, porque el ser tímido se apareja con cierto temor que yo no tengo.



Hoy me reconozco con cierto desequilibro, pero a lo largo de esta senda, ya conozco estas sensaciones y tengo alguna artimañas para no perderme o caer en un letargo, como alguna vez sucedió.



No me gustaría escribir sobre ciertas sensaciones que ciertos factores externos me provoca, pero comprendo que no conviene arriegarse nuevamente. Tengo pocos aliados, pocas personas con las que comparto ideas, situaciones y valoro muchisimo eso, como asi, mi ensimismamiento.



Pero me pregunto : ¿ Por que está tan bien visto el stress ? ¿ Por que esforzarse, tensionarse es moneda corriente ?

No para mi, y seguiré así mi ideología. Aunque tengo muy malas consecuencias económicas, total no estoy aparejado a lo que un modelo de hombre porteño lo está.

Voy a tener que volver a cambiar de trabajo, cada vez más efimeras son las cosas.



Me dejo una canción que suelo cantar.



Alguna vez navegando a la deriva

atravesaste la soledad.

Dejarse ser,sin saber que va a pasar mañana.



La vida es como un largo laberinto

que te conduce a cualquier lugar.

Dejarse ser, sin saber lo que nos va a pasar mañana

que nos va a pasar.



Por eso es que:

es mejor que pienses bien

cómo vas a hacer lo que querés,

porque el tiempo está siguiendote

y no hay nada, nada después.



Esta canción

es para los que resisten,

los que se animan a despegar.



Aterrizar en lejanos aeropuertos

abandonados por los demás.

Dejarse ser,

sin saber lo que nos va a pasar mañana

que nos va a pasar.



Por eso es que:
es mejor que pienses bien
cómo vas a hacer lo que querés,
porque el tiempo está siguiendote
y no hay nada, nada después.



La nada está en todas partes,

la mediocridad que no te deja ser

nos hace olvidar los sueños

y las fantasías de nuestra niñes

para controlar nuestras mentes,

sembrar el vacío y tener más poder,

poder, poder, poder.

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