jueves, febrero 01, 2018
Ataque de angustia
Hace casi 30 años, mi madre casada por segunda vez, nos dijo a sus dos hijos: "Preparemos las cosas y vamosnos, yo quiero vivir en Villa del Parque, no quiero estar más acá", uno de ellos, acató sin chistar y armó su bolsito, el otro con la pubertad a cuestas, no hacía más que putearla, vislumbrando un futuro sombrío y duro. Lo que hizo el menor, era angustiarla más, y no se daba cuenta. Luego de pelear tanto, el marido llegó y se calmaron las cosas.
El hijo que puteó, a más no poder, a su madre, fui yo. Sin entender el sentirse sofocado con la vida, el estar en un lugar donde es factible, a gente sensible como yo me prevía sentir(no digo cobarde porque sería auto-insultarme, y en un sistema así caería justa esa palabra de mierda).
Este blog fue creado para hacer catarsis de mis angustias, los síntomas desde su creación hace casi 13 años, son mucho más agresivo. Ayer las palpitaciones, el no parar el chanto, el sentir que me atragantaba, la opresión en el pecho, las parestesias en los brazos y piernas, y saber que la respiración no podía hacer frente me llevo a querer escaparme de un sitio lejos de mi hogar, más bien a 11 mil kilómetros y que se habla otro idioma.
Yo sabía que no estaba para desafíos, no tengo muchas luces en este momento, cualquier cosa me derriba. Y lo peor que no lo hago a próposito, me sucede y no lo puedo frenar.
Se que mi vida no es gran cosa, siempre lo escribí en este sitio, porque basándose en éxitos, estética, salud, conocimiento y demás pasiones, no las he desarrollado.
Todo comenzó con una charla de fundamentalismo femenino, en donde me agarró con la guardia baja: dolor de cabeza, estado gripal, cierta sinsentido, y luego fui acusado, correctamente, de tapar la bacha del baño. Al no tener herramientas para solucionar el problema y retrotraer todo lo que me exigen (que tal vez es nada) reaccioné con ganas de irme, de salir huyendo, y luego que con la mayoría de las sensaciones expuestas en la portada de esta entrada.
Entiendo que no puedo incorporarme en ningún grupo social/laboral que tenga un proyecto, que voy a desbarrancar, que esto, asi como mi salud lo he trabajado mal. Es por eso que valor subrayadamente los dias que tengo humor y me encuentro activo. No es un dia entero, pero tal vez son 3 o 4 horas y eso me hace bien.
Con respecto a la vida, según el sistema debería suicidarme, por sentir angustia, depresión, sin sentido, ser debíl. Pero no, me quedarón las palabras de Dostoiewsky que se cuestiona ¿Que hace viviendo un hombre a los 40? No sé, pero no se preocupen que seguiré hasta los 80", tal vez, pudriendome solo poco a poco. Porque los perdedores en las peliculas yanquis terminan SOLOS.
Volviendo a lo que aconteció con mi madre, me he visto identificado en su angustia, que devino a querer matarse, eso me sirvió de enseñanza a que no, a pesar de lo que soy, no me voy a querer matar, tal vez tratar de no involucrar a gente a la que puedo tratar bien un dia, y al otro odiar, porque el rencor nadie me lo ha sacado y eso florece de vez en cuando en mi vida. Tal vez, no es con la persona, sino con mis limitaciones al integrar un plano social al que no me siento capaz de convivir.
Por último, mi desafío es huir de los desafío. Eso de "romperte el orto" para ser alguien se acabó, prefiero ser un Don Nadie, cada esfuerzo a mi me agota, y yo quiero ir por el camino de la levedad, de la lentitud y del vaciar mi cabeza de pensamientos.
Ya no quiero ser heroe de nadie, pero lo principal ya no quiero angustiarme como me he angustiado la ultima vez, llegando a una crisis imparable.
Necesitaba escribir eso, y escribiré, amén que es cosa de adolescentes, pero ha venido el recuerdo de ese suceso con mi madre, donde yo he sido muy cruel.