El 8 de Noviembre fué el día para quejarse, para
manifestar disconformidad, pero no para proponer una estrategia
superadora. Los medios de comunicación
nombró a esta dispersión de gente disconforme como algo “histórico”. Ahora, realmente ¿Cambiará algo? Tal vez mi memoria me falle, pero no conozco
manifestación en épocas de sequía laboral en tiempos menemista. La gente, como yo, resignada hacía la fila
para que me subestimen y humillen.
Entonces, está gente que salió a manifestarse, que creo que
hay inflación, que creo que los marginales de los 90’ ahora, salen a robarte y
no tienen contemplación. Pero eso siempre
sucedió. La Argentina vivió la inflación
más grave que esta y realmente, créanme, era desesperante como se desvalorizaba
la moneda en horas.
Los reclamos son individuales, la suma, hace un odio
generalizado. Este gobierno paga deudas
internas y externas; incluyó gente al trabajo, al consumo; mucho manifestante
pagan caro sus entradas a grupos que admiran de otra país y viajan por todo el
mundo. Me daba vergüenza ajena ver a Argentinos protestando en Australia. ¿Qué quieren que
puedan comprar mercadería y que se las dejen, sin reclamos, pasar? ¿Que puedan
realizar fuga de capitales sin pagar impuestos?
Lo principal es que protestarle a un gobierno peronista, esa gente, lo
tiene en los genes, y jamás valorará las medidas que, particularmente, los
benefició y estén allá.
Sigamos: Saneamiento de Aerolineas, eliminación de las AFJP
(destinando los fondos de los trabajadores a otros países, usando la renta en
esas naciones), Modificación de la Ley de quiebras (ya no podés echar gente y
fugarte a otra país como lo hacías antes)
Ahora, el sistema es
corrupto, muchos detractores apoyan el sistema corrupto. Una de las
manifestantes, por ejemplo, se quejó de que tuvo una inspección de la AFIP en
su negocio y que le dijeron que ponga el cartelito de inscripto. Esa mujer,
quiere legitimar su corruptela y se queja de que tiene que pagar impuestos.
¿Qué propuestas anticorrupción hay? Con Menem y De la Rúa,
era moneda corriente. Ahora se hace más difícil realizar tramoyas financieras.
¿Qué propuestas de seguridad hay? ¿Meter a los “negros”
presos o educarlos? Quieren destituir a
la presidente y entonces ¿Quién toma el poder? ¿Manzano? ¿Vila? ¿Macri? ¿De
Narvaez? ¿Binner? ¿El pueblo de clase media aspiracional? Me reservo las
respuestas, o en realidad, no las tengo claras.
Ayer, la gente sacó a relucir lo que se queja: la soberbia,
la agresión, la prepotencia, la intolerancia, entre otros calificativos.
El gobierno en tanto da similares muestras de lo que
combate, es un gobierno intolerante denota y burla al que piensa distinto , lo persigue,
lo extorsiona, lo sabotea.
Manipula números de inflación, de desempleo, de
alfabetización. Indica y resalta sólo -números
que le conviene. Y más allá de está numerología, el aumento de precios
desmedido, perjudica más al pobre, que al manifestante medio que concurrió a
las calles.
Por último, un periodista del medio C5N sufrió una cobarde
agresión, y que repitió durante horas, miles de veces tal agravio físico.
Lo que resaltó este medio, es la agresión que sufrió antes el
agresor del periodista. Es decir, un
trabajador de C5N le pegó, también, por la espalda al que después agredió al
periodista.
En síntesis, los medios fomentan el odio, fomenta que es el
bien y que es el mal, según sus intereses,
pone enfásis de ciertos escenarios y números reiteradamente. ¿Para que?
Que el espectador se lo crea. Los
medios forman parte importante de la política argentina y sugestiona a la
habladuría de la gente, haciendo creer que son apreciaciones exactas y
racionales.