Luego de pasar una jornada maravillosa, producto una sobresaliente noche previa y de un día, donde acudí a una entrevista, donde resultó de los más amena y relajada, con excelentes comentarios de mis referencias, buen sueldo, y con grandes posibilidades de entrar a un sitio para trabajar, experimenté entusiasmo, euforia, alta autoestima y otros padeceres optimistas.
Pero al regresar a mi casa, mi cabeza se encargó de arruinarlo todo, apareció el Percho que oscurece todo y que se plantea cualquier cosa en forma negativa y se siente culpable, los horario de trabajo y sus nostalgias quejas hacia los mismos, surgen en los pensamientos la peor gente que trabajé y se imagina que son todos iguales, y que se agotará de los horarios de oficina y toda la concepción que tejió sobre esto. Además de la supuesta selección de lo conocido contra lo desconocido, con el gran temor de sentir alienación en el campo laboral.
Siente que invade otra persona, al mostrarse tan entusiasmado y de que no quiere resurgir cenizas de relaciones anteriores, en que pensaba que no dejaba ser al otro, que no lo cuidaba como se lo merecía, o que analizaba actitudes o diálogos en que realmente le arrepentía.
Sinceramente, pareciera que buscara en mi mismo, un grado de exigencia que de la boca para afuera, o en ciertas etapas, no la tengo.
Pero cualquier cosita minima, me hiper-sensibiliza, en los dos polos: el eufórico y en el depresivo. No hallo un equilibrio, pienso que estoy en una crisis por tantas novedades, y que se transforma en, espero que temporal, trastorno bipolar.
Algunas características del polo eufórico son:
- Autoestima exageradamente alta, delirios de grandeza
La tuve por lo seguro que me sentí en cada entrevista laboral, me auto-veneraba, O cuando voy al gimnasio a levantar mucho peso.
- Hablar demasiado, de forma persistente.
Saco temas, creo conversaciones, hablo rápido, indago, pregunto, observo, y a veces no tengo límites para contar ciertos asuntos que, luego de un posterior y atemporal análisis, decaen en el otro polo.
- Expresión de ideas al grado acelerado en que surgen los pensamientos
Justamente al no tener claro los límites de lo que relato, aparecen impulsividades y
- Aceleración exagerada en los movimientos
Si, tal vez viva a mil para tomar ciertas decisiones, que pueden llegar a ser apresuradas o poco cautelosas o resguardadas.
- Incremento en actividades específicas al grado de ser compulsivas, como lo son eventos sociales, exceso de trabajo
En el gimnasio, en cualquier otra actividad física o literaria, que pasa que al sentirme que estoy quieto me frustro, o que no realizo nada productivo, por más que me debato, en el otro polo, si es productivo o no.
- Realizar actividades en las que se puede ver en dificultades o en peligro, como por ejemplo, compras excesivas, despilfarro de dinero, obsesión por los juegos de azar, transacciones de negocios absurdas, uso de drogas o alcohol de forma desmedida, indiscreciones sexuales, entre otros
Es tal cual, en el periodo eufórico puede que no mida los limites.
Algunas características del polo depresivo son:
- Falta de interés o placer
Es cuando me encierro en la ansiedad y no veo en mi nada placentero para contrarrestarla, sino profundizar en ella sin encontrar salida.
- Sentimientos de tristeza y vacío constante
Al tener muy baja autoestima, creo que todo lo que hago no tiene valor o no puede ser reconocido por nadie, ya que pienso que es ridículo o no interesa.
- Cambios en los patrones de sueño, tanto como insomnio o dormir demasiado.
Depende, si estoy en estado de angustia duermo mucho, si el síntoma es ansiedad, cuando me despierto a la mañana/madrugada no puedo volver a cerrar los ojos.
- Dificultad para concentrarse
La ansiedad hace que no me concentre, que desvaríe en pensamientos reiterativos e inútiles.
- Sentimientos de culpabilidad
Cuando me siento invasivo, cuando creo que actué mal con alguien o en forma nociva, y entro a realizar conjeturas sobre eso y llego a un efecto “bola de nieve” en mis pensamientos.
- Pobre autoestima, sentimientos de minusvalía
Si, soy de tenerlo, es más, me cuesta tener sentimientos opuestos, pero cuando lo consigo, soy insoportable como expongo en el polo eufórico.
- Dificultad para tomar decisiones
Porque condiciono al otro de alguna manera, es por eso que me cuesta comprometer a otra persona para realizar algo a piacere. Aunque si es de mi confianza, me cuesta proponer. Pero cero capacidad de liderazgo para la manipulación.
- Pensamientos de muerte y/o suicidio con o sin plan definido
Como lo demostré a lo largo de este blog, han estado ahí presentes, pero eso está disipado, elijo la vida más allá de este estado.
Lo que realmente me sorprende es que soy endeble a los estados de ánimo, y cuando me maquino o demuestro un estado eufórico por X causo, en horas, por alguna razón real o ficticia o por el mismo miedo, se transformo en uno depresivo y de culpa.
Los momentos en soledad con mis pensamientos, hoy día, no son un buen remedio, necesito ocuparme y equilibrarme.
Esta entrada a servido para parar la pelota y hacer catarsis, ahora tengo que actuar.