Domingo, me quiero asegurar un fondo largo, me propuse hacer 26 km, para ello recorrería 5,5 km fuera de la reserva ecológica y 20,5 km dentro de ella.
En el 13 ya siento mareos, en el 18 me siento cansado y comienzo hablar, además de tomar todo mi gatorade, luego en el 24 paro, camino trato de correr, pero siento que me desvanezco, vomito, paro y camino. La verdad la mayoría de la gente (para no decir todos) piensan en el tiempo del fondo, yo cada vez que salgo a trotar pienso si puedo mantener en pie la distancia que me prefijé.
Desde que comenzó el año, me siento digestivamente más flojo, los tratamientos médicos me irritan, ya que estoy teniendo uno por el tabique desviado, incluir otro para el sistema digestivo, me enferma, en realidad, me molesta tener una periodicidad en el policlínico, tal es así como no me gustan las rutinas en el hospital.
Estoy transitando un camino, donde cuando antes trotar+música era un símbolo de libertad y felicidad, ahora es un síntoma de esfuerzo y sacrificio, como bien rezan las publicidades, pero no como progreso, sino como supervivencia.
Sin dudas, es el pasaje del tiempo, que cada vez me empuja a resignarme a diversas limitaciones que no quiero, aún, aceptar.
Me falta salir del capricho, de que esta vida es la que elijo, pero que es muy difícil de sostener, al menos para mi.
Miro hacia fuera, y observo que la gente lleva mejor su vida, es decir encierran todo en motivos y fines, por lo menos se valoran más con el exterior, tal vez se esté incrementando mi envidia, por no tener fundamento a la necesidad de crecer, para ser un elemento de la cultura arrolladora u obsecuente porteña.
La polaridad de sensaciones, la ira, la inseguridad, la ansiedad, la docilidad, la antisociabilidad, la angustia, la rebeldía destructiva, la dependencia, lo inentelegible, la incultura; son conceptos negativos que se absorven dia a dia en mi ser vulnerable que se lamenta envejecer y que tiene opaco el camino.
Son crisis, que comenzaron temporal y climatologicamente, ya que el calor y la humedad me malhumoran, y que se devinieron en la menor resistencia física, la poca apertura mental y la incertidumbre por el que vendrá.
En otro apartado escribí algo acerca de las oportunidades, pero mi camino está, aún, oscuro, me falta la iluminación para volver a esta rato o emprender uno nueva, es un momento, como tantos otros, decadentes (en realidad por lo menos la mitad de la vida es decadente) .
El apego o aferrarme a actividades, personas, rutinas, sensaciones: hacen que esté más temoroso y más oscuro. Estos elementos, sin duda, se han viciados, pero son, además, mis motores, para seguir sobreviviendo y esa es lo que construye mi duda.
En fin, aún no estoy para dar un giro de 180 grados, porque no tengo bases sólidas para hacerlo, pero me encantaría en muchos aspectos, así como ser más constructivo y poder desarrollar mi sapiencia, que hace siglos que no avanza.